Tres organismos están en una crisis política que no proyecta su fin: el Ejecutivo, el TSE y el MP. Este último lidera el enfrentamiento contra los primeros dos.
Por German Gómez
El proceso electoral 2023 fue atípico, y el actor que más relevancia tomó fue el Ministerio Público (MP). En la actualidad persiste el enfrentamiento entre este órgano y el presidente, Bernardo Arévalo.
Hay tres órganos involucrados en esta crisis política, el TSE, MP y Ejecutivo. Esta realidad presenta dos inquietudes: ¿cómo afecta el discurso retórico de la fiscal general del MP, Consuelo Porras? ¿El presidente Arévalo pensó que gobernaría el país en cooperación del MP?
A estas preguntas responde un episodio de Verificado con la analista política, Marielos Chang.
En esta nota se introduce la entrevista, realizada el 8 agosto. En ese momento, la acción más reciente del MP era el “secuestro del padrón electoral” del Tribunal Supremo Electoral (TSE). El pasado 21 pidió despojar al presidente de su inmunidad para procesarlo por el caso que llama «Corrupción Micivi». *
Puedes escucharla entrevista completa con Chang aquí:
Tenemos esta nota: El padrón electoral sí contiene datos sensibles y una parte es pública
De los tres actores claves de esta crisis política, ¿cómo analiza la situación del MP?
–El nivel de confianza que la ciudadanía tiene al poder judicial y al Ministerio Público es bajo. Según el Latinobarómetro, para 2023 solo el 6.7 % de los guatemaltecos les tenía confianza. Y esto es importante porque hablamos de un secuestro del padrón electoral. La institución tiene información sensible que puede usarse en nuestra contra.
No hay fines claros, y sabemos que muchos fiscales, en ocasiones anteriores, han abusado de su posición de poder para perseguir e intimidar a personas particulares. La pregunta que surge al respecto es: ¿nos quieren intimidar en las elecciones de 2027?
¿Qué sucede con el TSE y el Ejecutivo?
–En el caso del TSE, es una institución débil y hay que fortalecerla. Son necesarias las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP). La finalidad es brindarle una “verdadera” autonomía e independencia, que permita que los ciudadanos podamos confiar en ellos. Hay que dividir la función administrativa de la jurisdiccional.
El Ejecutivo necesita una respuesta “mucho más contundente” para los actos del MP. El presidente fue electo legítimamente y tiene que hacer un buen trabajo. Este deberá responder a las personas que defendieron los votos; me refiero a las juntas receptoras.
¿Cómo les afecta esta situación a los guatemaltecos?
–La agenda del Ministerio Público hace que muchas denuncias sean desestimadas. Los ciudadanos víctimas de la violencia no tienen una entidad que responda por ellos. Todo lo contrario, el MP solo investiga los casos de sus adversarios políticos. Esto afecta al sistema de justicia, como sucede en la actualidad con las comisiones de postulación.
En Guatemala no existe una igualdad ante la ley, y es fruto de las malas gestiones del MP. El sistema de justicia del país debe ser independiente, transparente e imparcial. Así, todos los ciudadanos podremos confiarle nuestros problemas. Hay casos de impunidad, como sucede con Manuel Baldizón y Alejandro Sinibaldi, que dan un mensaje de impunidad judicial.
¿Qué opinión le merecen las acciones actuales del presidente Bernardo Arévalo?
–Me parece que el error inicial de la presidencia fue pensar que se podía coexistir con la fiscal general, Consuelo Porras. Hubo una demora de cuatro meses para presentar las reformas a la Ley Orgánica del Ministerio Público. El gobierno asumió que la habían derrotado con la “transición pacífica de poder”. No fue así.
En la actualidad el discurso de “sacar a la fiscal general del MP” es irreal. Para removerla, ella tendría que ser condenada en delitos que ella misma juzgaría. O por lo menos, abrirlos. No pasará.
¿Puede el Ministerio Público darle órdenes al presidente?
–No es legal, ni normal. Ningún otro fiscal lo ha hecho. Lo mismo sucede con la reversión de los resultados electorales. Estamos viendo una cúpula del Ministerio Público, integrada por la fiscal general y el secretario general. Ellos deciden qué investigaciones realizar, les mueve el interés político.
En el video de 17 minutos vimos a una fiscal politizada que quiere entrar en un “conflicto directo” con el presidente Bernardo Arévalo. Es un problema entre ellos dos que perjudica a todo el país. La cúpula que dirige al MP ya perdió el rumbo.
(*) Este párrafo se agregó el 22 de agosto, a las 22:00 horas.
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Mirja Valdés
Quetzalteca que estudió Técnico en Periodismo y Licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la Universidad de San Carlos. Reportera y editora en varios medios. Me gusta lo que hago. También los gatos 🐈.