La construcción comenzará este mes y tendrá capacidad para procesar la mayoría de aguas servidas en la ciudad con el fin de evitar la contaminación de ríos.
Por Carmen Valle
La alcaldía de Chichicastenango, Quiché, aprobó construir la primera planta de tratamiento de aguas residuales en el municipio, un año y tres meses después de que los Consejos Comunitarios de Desarrollo (Cocode) la solicitaron para evitar problemas ambientales. Se encontrará en el cantón Chijtinimit.
Estas estructuras se hacen con el fin de procesar las aguas servidas provenientes de los hogares y empresas para evitar el transporte de suciedad hasta ríos y lagos.
En Guatemala, a diez meses de hacer cumplir la obligación de contar con al menos una planta por municipio, dos tercios del país carecen de ellas.
En Chijtinimit hubo una pequeña “hace muchos años”, dice la alcaldía, que no operaba de forma adecuada porque no había drenajes en todas partes. El resto del municipio vierte sus aguas residuales en el suelo para ser absorbidas, lo cual provoca malos olores, criaderos de zancudos y polución.
Tomás Equilá, presidente del Cocode, solicitó la obra desde abril de 2021, pues no contar con ella causaba molestias a los vecinos. Además, arriesgaban su salud y no se tenía seguridad sobre el lugar donde terminaban los líquidos vertidos en la tierra y en los barrancos.
“No se construyó antes porque no es como hacer una ‘covacha’. Requiere muchos estudios, bastante presupuesto y análisis sobre dónde debe localizarse para que lleguen a ella los entubados existentes”, sostiene Manuel Tebelán, el jefe edil.
En esa localidad, agrega, se necesitan al menos cuatro sistemas de tratamiento para abarcar toda el agua residual de la ciudad. Aunque se construirá el primero, no se sabe si habrá tiempo suficiente para edificar los otros tres durante la administración actual.
Norma vence en mayo 2023
El acuerdo 236-2006 establece que el 2 de mayo del próximo año todas las ciudades deberán procesar al menos las dos principales descargas de aguas residuales en su territorio. Aunque la alcaldía de Chichicastenango aún no sabe cuándo inaugurará esta obra, espera tenerla lista antes de llegar a la fecha límite. Quienes no cumplan se arriesgarán a tener desde una advertencia hasta multas por el daño ambiental causado.
“El reglamento va por cinco prórrogas, pero si lo analizáramos mejor veríamos la necesidad de exigir a nuestras autoridades tratar las aguas servidas. El documento incluso ofrece incentivos para quienes reutilicen sus líquidos, pero esto solo puede hacerse si antes se procesan”, explica el ingeniero Enrique Batres. Estas prácticas, destaca, también pueden tener un impacto positivo a nivel epidemiológico. Al reducir la contaminación, también disminuirán las posibilidades de enfermarse por beber algo sucio.
La planta de tratamiento de Chichicastenango costará Q5 millones 360 mil y estará a cargo de Rodolfo Fernando Girón Natareno, el único oferente. Tras seis años como proveedor estatal, este obtenido adjudicaciones que suman Q192 millones, y este es su segundo contrato del año con ese municipio.
Chichicastenango se encuentra a 17.3 kilómetros de la cabecera de Quiché. En esa ciudad solo una persona, José Tiriquiz Tiniguar, fue alcalde más de una vez, de 2004 a 2012. El jefe edil actual es Manuel Tebelán Calgua, quien llegó al puesto por primera vez en 2020 con Unión Nacional de la Esperanza (UNE).