La Antigua Guatemala tiene una biblioteca municipal en el casco urbano, donde los vecinos pueden estudiar, leer y participar en actividades culturales.
Por Carmen Valle
La municipalidad de La Antigua Guatemala administra una biblioteca con cientos de libros. Estos están disponibles para vecinos de cualquier ciudad, siempre y cuando los devuelva en el tiempo límite. Además, el lugar puede utilizarse también como un espacio de estudio, trabajo y convivencia.
La biblioteca municipal tiene décadas de existir, pero a partir de 2021 unió su colección a la del Banco de Guatemala (Banguat). Desde entonces se pueden encontrar las dos en el mismo lugar, un portal frente al parque central, en dirección a la catedral.
En las libreras hay títulos de casi todas las épocas. Entre sus autores se encuentran William Shakespeare, Jane Austen, Edgar Allan Poe, Gabriel García Márquez, Alejandro Dumas, Marian Rojas Estapé y otros muchos escritores cuyas historias están disponibles a quien interese.
“Este lugar es público y por lo tanto es abierto. Vienen todos: desde familias con niños de dos años hasta jubilados que encuentran aquí su lectura del mes y se sientan a diario a continuar con las páginas que dejaron pendientes”, cuenta la bibliotecaria, Dora Guarán.
También llegan estudiantes después del colegio, universitarios que preparan sus exámenes privados y profesionales con afán de aprovechar el tiempo.
Qué hay en la biblioteca de La Antigua Guatemala
Además de los libros, hay mesas de trabajo disponibles para todo público. También hay computadoras y WiFi para facilitar el trabajo de las personas. Incluso hay recursos lúdicos para estimular el aprendizaje de los lectores más jóvenes.
La biblioteca es también nómada. Todos los meses acude a centros educativos públicos y privados, donde instala sus rincones literarios. En los corredores, se ponen libros a disposición de los alumnos, se cuentan cuentos a los niños y se les acerca a las historias de los anaqueles.
Al volver a la sede principal, explica Guarán, los libreros continúan con la magia de las letras por medio de visitas guiadas. En ellas se explica a las personas cómo funciona el lugar, cómo se cuidan los libros, cómo deben tomarse para evitar dañarlos, cuál es el mantenimiento de las instalaciones. También les cuentan la historia de su colección, ofrecen técnicas para mejorar sus investigaciones y se crean intercambios entre generaciones.
“Una vez vino alguien a contarnos cómo guardaba sus antiguos turnos para procesiones. Él prestó los suyos, otra persona hizo lo mismo y otra y otra, y así surgió una exposición durante Semana Santa. Vinieron vecinos, extranjeros, estudiantes, familias… Fue un éxito”, añade la bibliotecaria.
¿Y cómo se presta un libro?
Se hace a la vieja usanza. Los interesados pueden acudir a la biblioteca, preguntar por el libro de su interés o buscar alguno y pedirlo. La colección del Banguat puede usarse solo dentro de las instalaciones, mientras, los títulos municipales pueden salir de allí.
Según Guarán, “es una relación de confianza. Nosotros le confiamos nuestros bienes a los vecinos y ellos se comprometen a cuidarlos y regresarlos. Solo deben dejar una identificación y su préstamo se activa por 15 días. Este es renovable si no hay nadie en cola”. Si el interesado es menor de edad, su tutor puede prestar algo a su nombre.
Los títulos se renuevan de forma constante. De hecho, el Banguat llevó un nuevo grupo de ejemplares en marzo de 2024. El catálogo no está disponible en línea, pero pueden preguntar por teléfono, o en persona, la disponibilidad de sus historias favoritas.
La biblioteca municipal se abre de lunes a viernes de 8:00 a 17:00 horas, aunque durante las primeras semanas de mayo estará cerrada por mantenimiento. Luego de esto, volverá a su horario normal, de hecho, habrá una exposición literaria por la reapertura.
Para contactar a la institución, agendar visitas guiadas o preguntar por ejemplares, se puede llamar al 78320527. A través de ese contacto también se puede gestionar la presencia de rincones literarios, no solo en centros educativos, sino también en plazas y espacios públicos en La Antigua Guatemala.
Si acudes en carro, puedes pagar tu marbete en línea y caminar hacia el parque central para verla.
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