El museo inaugurado este año por la comuna planea atraer a los visitantes de otros municipios de Sololá y a quienes paseen por el lago de Atitlán.
Por Carmen Valle
Desde agosto de 2022 San Andrés Semetabaj, Sololá, abrió las puertas del museo “Mi pasado, mi historia”, el cual contiene piezas representativas de la evolución de los mayas desde la época prehispánica. A través de esto, la alcaldía planea tener cada vez más visitantes de municipios vecinos para apoyar el comercio local.
El edificio se encuentra en el barrio El Centro y las personas pueden entrar para admirar las exposiciones y participar de los recorridos para aprender sobre el patrimonio. Es el único en el país en contar con una certificación del Instituto de Antropología e Historia para que todas las piezas encontradas en el sector no se transporten a otros lugares, sino sean resguardadas por los vecinos de San Andrés Semetabaj.
La historia se remonta a “hace muchos años”, dice Gaspar Chumil, el alcalde, sin recordar cuántos en específico. Un matrimonio estadounidense compró una finca en el municipio porque su hijo estudiaba arqueología y el terreno era idóneo para realizar estudios, pero el joven falleció y donó el terreno a la Universidad del Valle de Guatemala (UVG).
Una de las condiciones para llevar a cabo la donación era un compromiso por parte de la universidad para establecer convenios con la alcaldía. Juntos debían realizar excavaciones y cuidar el patrimonio cultural. Así comenzaron a realizarse las investigaciones.
Entre los hallazgos ahora expuestos en el museo se encuentran montículos y vasijas utilizadas como ofrenda para entierros. “La construcción de la sede estuvo a cargo de la cooperación española, mientras la universidad aportó sus conocimientos y experiencia, y nosotros nos encargamos de sufragar los sueldos del personal y gestionar el lugar”, agrega Chumil.
El beneficio a largo plazo
A decir del jefe edil, una de las razones por las cuales se impulsó este proyecto fue atraer a los turistas de la cuenca del lago de Atitlán, los cuales llegan sobre todo a Panajachel durante el verano. También se vio el potencial educativo para las escuelas y colegios alrededor. De ese modo, no solo se generarían ingresos para la comuna por los Q5 de cada entrada, sino también aumentarían las visitas a los comercios y emprendimientos alrededor.
“Uno de los grandes males del país es la centralización y esperar que todo lo haga el ministerio de Cultura”, dice el director del Centro de Investigaciones Arqueológicas y Antropológicas de la UVG, Tomás Barrientos. “Buscar y encontrar patrimonio es una ventana enorme de desarrollo para un municipio y cuesta menos que otras obras donde no habrá tanto retorno para los vecinos”, añade.
Barrientos prevé mayores ganancias para los pequeños negocios de San Andrés Semetabaj con la llegada de cada vez más visitantes, pues es el único destino cultural arqueológico al norte del lago y está a 15 minutos de Panajachel. “Esto también le enseña a las municipalidades a tomar un papel activo, desde comunicar los hallazgos hasta impulsar construcciones para exhibirlos, porque de nada serviría encontrar piezas si nadie las llega a ver”, concluye.
Tras meses desde la apertura del museo, el alcalde dice haber notado una mayor afluencia de personas externas a la ciudad y por eso a partir de enero de 2023 se abrirá una oficina municipal de turismo. Desde allí no solo se promoverá este lugar, sino también los parques y miradores de San Andrés Semetabaj.