Municipalidades pagarán Q711 mil este año en bonos vacacionales

25 julio 2022

Los acuerdos entre trabajadores y alcaldías obligan a algunas de estas a dar pagos extra al personal antes de irse a descansar y sin recibir nada a cambio.

Aniversario del sindicato de El Estor, cuya celebración es financiada por la municipalidad con al menos Q20 mil anuales, según el pacto colectivo. Foto: municipalidad de El Estor.

Por Carmen Maldonado Valle

De acuerdo con la Asociación Nacional de Municipalidades (Anam), al menos 17 comunas tienen pactos colectivos vigentes a los cuales se pueden agregar derechos y obligaciones para los trabajadores, pero no se pueden retirar. Una de esas cláusulas son los bonos vacacionales, donde cada empleado permanente recibe dinero antes de irse de paseo.

Este año las cuotas se pagarán a 1 mil 755 trabajadores y suman Q711 mil 400, pagaderos en la semana anterior a salir de vacaciones. Cada alcaldía tiene un monto distinto para su personal, el cual va de los Q100 hasta los Q800. Esa cuota no puede disminuir o retirarse, porque forma parte de acuerdos firmados en años anteriores, cuya característica principal es ser obligatorios.

“Los puntos establecidos en un pacto colectivo son muy delicados porque aunque los negocia un funcionario de turno, quedan instituidos para siempre. Esos beneficios pueden aumentar, pero no suprimirse porque se convierten en derechos adquiridos”, explica el analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), David Casasola.

La cabecera de Quetzaltenango será la que más pague en bonos por vacaciones, pues cada trabajador obtendrá Q700 y con la cantidad actual, la suma a pagar ascenderá a Q219 mil 800. No será la primera vez con estos desembolsos, porque entraron en vigencia en 2011. La municipalidad lo justifica con estar consciente de que “la situación económica de los trabajadores no les permiten gozar de un período vacacional en condiciones favorables” y por eso requieren el incentivo.

Antigua Guatemala, Sacatepéquez, ocupa el segundo lugar con Q96 mil 400 a pagar este año a 241 empleados. Le siguen Salamá (Baja Verapaz) con Q67 mil 800, Santa Cruz del Quiché con Q58 mil 200, Villa Nueva (Guatemala) con Q51 mil 200 y Flores (Petén) con Q40 mil 500.

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Otra municipalidad con esta cuenta a saldar es la de la cabecera de Chiquimula, donde se pagarán Q300 a 40 empleados permanentes en los cinco días anteriores a su descanso. A decir de Alfredo Moscoso, concejal I, “lo damos porque ya estaba y no podemos hacernos para atrás ni en esa ni en otras condiciones. Si lo hacemos, vienen los problemas, entonces solo cumplimos y ahora en las renegociaciones tenemos cuidado para no atarnos la soga al cuello”.

Las otras condiciones

Estas municipalidades no solo tienen un bono vacacional para sus empleados. En Flores, Petén, se dan Q400 a los trabajadores para comprar útiles escolares y en septiembre, Q800. Los últimos no tienen motivo específico y solo se negociaron el monto y la fecha. Salamá entrega Q300 a cada trabajador cuando empieza la feria y Puerto Barrios un regalo a cada hijo de los trabajadores si tiene de cero a 11 años.

Antigua Guatemala, por su parte, debe dar Q30 mil anuales al sindicato para celebraciones; San Cristóbal Totonicapán tiene un “bono santo”, por Q500 cada Semana Santa. Cubulco y Chiquimula acordaron dar prioridad a la contratación de familiares de empleados jubilados o fallecidos cuando haya plazas vacantes, y Villa Nueva debe organizar un convivio infantil para los hijos del personal antes de Navidad.

Para Luis Linares, exministro de Trabajo, estas condiciones van más allá de proteger los derechos del personal (razón de ser de los pactos colectivos), porque en vez de ello se establecen compromisos riesgosos para el bienestar financiero de las municipalidades para obtener la aprobación de los empleados. A su criterio, para no jugar el dinero público, los alcaldes deberían contar con la asesoría del ministerio de Finanzas durante las negociaciones para no tomar decisiones contraproducentes.

“Nosotros capacitamos a los alcaldes sobre pactos colectivos si no lo solicitan porque a veces acuerdan cosas insostenibles, pero no podemos obligar a nadie a asistir a estas charlas. Nuestro papel es asesorar, pero las decisiones dependen de cada concejo”, responde Gerson López, director ejecutivo de la Anam. Según él, estas conferencias son impartidas por el área legal de la asociación y en ocasiones se invita al ministerio de Finanzas.

A la fecha hay otras municipalidades en proceso de establecimiento de pactos colectivos: San Miguel Ixtahuacán, donde se planteará el primer acuerdo de este tipo y Chiquimula, donde el concejo busca modificar las cláusulas de su documento actual para que sean más favorables para la comuna, pero ambas llevan al menos un año sin terminar estos trámites.

Te recordamos esta nota: Los pactos colectivos municipales son negociaciones sin reglas

Mirja Valdes

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