En los últimos cinco meses la municipalidad de Chajul, Quiché, ha gastado Q199,972 en aguas gaseosas. Los refrescos se han utilizado en “reuniones con alcaldes auxiliares”, como el caso de las facturas 397 y 396 que dan cuenta de cómo se erogaron Q64,616 en abril de este año y en otras actividades.
Por Héctor Cordero
De hecho, durante 2014, según consta en Guatecompras, en 2014 la gestión de Pedro Caba Caba gastó Q220,756 en refrescos carbonatados. Los proveedores son vendedores locales y, a razón de Q3 por unidad, se trata de más de 66 mil aguas gaseosas que se adquieren, manifiesta el jefe edil, “porque las escuelas y organizaciones me las solicitan”.
“Aunque no era tradición dar un agua a los vecinos en la actividades, ellos las piden” dice Caba Caba. “Por eso, así lo hago desde que empecé esta gestión”. Asimismo, aseguró que desconocía el monto empleado en la compra de refrescos, que lo investigaria en tesorería y daría cuenta de ello pero no contestó el teléfono posteriormente. La cifra gastada es de Q420,972 en 17 meses.
Caba Caba, quien buscao la reelección por tercera vez, inicio su carrera política con el Partido de Avanzada Nacional, posteriormente se postuló por la Alianza UNE-GANA y ahora participa con el Partido Patriota.
Según Miguel de León, secretario de las alcaldías indígenas de la región Ixil, la compra de aguas gaseosas podría ser un acto de corrupción. “Nosotros no las solicitamos” dice. “Y lamentamos que estos recursos se usen así, cuando existen serias necesidades como carreteras o agua potable, y siempre aeguran que no hay fondos en la comuna”.
Felipe Pérez, líder de las comunidades de Pombaltze, Santa Eulalia y Santa Cecilia asegura que desde hace varios años solicitan que se abra una brecha que permita el ingreso de vehículos a estas comunidades. María López, comadrona, aseguró que es difícil sacar a los enfermos y mujeres en labor de parto y que han muerto recién nacidos en el camino. “Las embarazadas son llevados en hombros para llegar a un camino vecinal, donde las espera un pickup que viaja tres horas más a un centro de salud”, cuenta.
Cuando se pide la construcción de la brecha, la respuesta es “no hay recursos”, asegura Carlos Francisco, líder comunitario. “Cuando se amenazó con manifestar en contra del alcalde, se logró la primera fase”. Esta, según Guatecompras, tuvo un costo de Q526,909 y beneficia a una comunidad. “Para construir el resto se necesitaría de una cantidad similar, que es un poco más de lo gastado en 17 meses en compra de aguas gaseosas”, dice.
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Esta nota es producto del Diplomado «Periodismo Político y Electoral» que imparte el International Republican Institute, bajo la coordinación de Laboratorio de Medios, S.A. a periodistas de diversos departamentos de Guatemala. (La asistencia financiera y técnica que el International Republican Institute (IRI) otorga para esta actividad es provista por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y es posible gracias al apoyo del pueblo estadounidense).