Las compras se hacen cuando se organizan actividades con los vecinos. Ellos avisan a la alcaldía y esta cubre los gastos de la carne.
Por Carmen Maldonado Valle
Santa María Cahabón está a 95 kilómetros de Cobán, la cabecera de Alta Verapaz. Es uno de los municipios priorizados por la gran cruzada por la nutrición, al menos 44 de cada 100 niños reportan un retardo en el crecimiento y según el Instituto Nacional de Estadística (INE), un tercio de la población mayor de siete años no sabe leer ni escribir.
Allí, la administración actual ha destinado Q194 mil 317 en 36 compras de toros, reces y cerdos, según Guatecompras, y se utilizan para obsequiar a los vecinos al inaugurar obras o cualquier proyecto llevado a cabo por la alcaldía.
La compra más reciente, por ejemplo, fue un cerdo de 250 libras destinado a una reunión entre vecinos y líderes en la comunidad Chiacach. Esta ocurrió el 18 de abril y por ello se pagaron Q2 mil 250. No es la única de este año, pues en marzo se destinaron otros Q8 mil 330 a una res para una actividad cultural en el caserío Setzol, mientras en enero se pagaron Q7 mil 556 por un toro para el caserío Sosela.
“Las comunidades suelen hacer una actividad al inaugurar proyectos para tener un momento de convivencia y por eso invertimos en carne. Si quieren más detalles, envíen una solicitud por escrito”, dijo la persona que contestó las llamadas en la alcaldía. No quiso identificarse y se negó a ofrecer más información porque “a veces las personas no son sinceras con su identidad cuando nos llaman y así no se pueden responder preguntas. Todo el personal tiene la orden de no contestar”, añadió.
Quienes proveen la carne para las actividades son Carlos Efraín García García, Keni Onan Ixim Nufio y Juan Pablo Vargas Casasola. El primero ha facturado Q1 millón 761 mil 561 desde 2010 en compras directas por parte de la comuna de Cahabón. El segundo, en tanto, ha obtenido Q113 mil 603 desde 2018 por adquisiciones de la misma municipalidad y el Tribunal Supremo electoral; el tercero recibió Q27 mil 36 en los primeros dos meses de 2022 por su ganado.
Hay carne, pero no agua
Ligia Yahuitz trabaja en la siembra de cardamomo, el principal cultivo de Cahabón, junto a su esposo y sus dos hijas. Vive desde el 2002 en ese municipio y a partir de entonces acude a un pozo público para abastecerse de agua. Al preguntarle sobre las compras de ganado, recuerda haber asistido a la inauguración de un centro dedicado a la nutrición donde se sirvió a los asistentes carne de res.
“Lo chistoso es que tenemos carne para llenarnos, pero no agua para beber. Gastamos dinero en comida, pero no nos traen tuberías. A lo mucho, nos trajeron unos filtros hace poco, pero no es suficiente”, cuenta. De acuerdo con el censo de 2018, solo dos de cada diez hogares cuentan con agua entubada dentro de la casa, mientras los demás dependen de chorros públicos, fuentes naturales o pozos, como la familia de Yahuitz.
Al consultar en Guatecompras, desde 2020 la alcaldía ha invertido en cuatro adquisiciones relacionadas con abastecimiento de agua. No se trata de proyectos nuevos, sino de bombas y reparaciones para hacer funcionar los sistemas existentes. A esto se han destinado Q713 mil 222.
Se intentó contactar al jefe edil, Denis Cristian Fraatz, para obtener su postura y saber si se planea aumentar la cobertura de agua, pero no respondió las llamadas. Al localizar de nuevo a la comuna, el personal insistió en que no respondería más preguntas.
“Hace años protestamos por la falta de agua para todos, porque a los del centro sí les llega. La municipalidad sí tiene y por eso no notan cómo nos afecta. Cuando todos tengamos drenajes tal vez celebremos con un marrano”, concluye Yahuitz.
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