El proyecto que pretende ampliar el espacio peatonal no es del agrado de los parroquianos porque afecta el comercio del sector. Nueve meses después la obra continúa suspendida: la comuna no la termina ni deja que lo hagan los afectados.
Por María José Longo
En la 2a. calle entre la 0 y 5a. avenida, zona 1 de Salcajá, Quetzaltenango, el mejoramiento de la calle quedó inconclusa. Al no lograr acuerdos con quienes ahí viven, el 12 de abril, el concejo municipal suspendió la entrega de la obra y decidió avanzaran sin definir feccha.
Ahora padecen complicaciones para entrar a sus viviendas: en verano es polvo y con la lluvia inundaciones, lodo y piedras.
“El problema más grande es que el agua se mete debajo de las casas, se filtra. Nos preocupa la calidad del material que emplean pues no tarda nada, se han roto tuberías. Nunca nos consultaron si estábamos de acuerdo con la obra”, se queja Rosibel López, vecina afectada.
El proyecto contempla el ensanchamiento de aceras, pero la población demanda dejarlas del tamaño actual para no reducir el estacionamiento de vehículos y facilitar el comercio. Sin consenso, solo en dos avenidas avanzó el proyecto.
De acuerdo con el NOG 14729547 de Guatecompras, el costo de la obra es de Q6 millones 39 mil a cargo de la empresa Multiservicios Ramírez. Iniciaron en agosto 2021 y debían concluir en seis meses. La empresa pidió cuatro meses más que le fueron concedidos, después la comuna le otorgó una suspensión del tiempo contractual.
El alcalde, Miguel Ovalle, se justifica: “los vecinos no me quieren dejar trabajar”. Asegura que no quieren dialogar y menos negociar, aunque tampoco los ha convocado.
“Como municipalidad no tenemos ninguna restricción para trabajar, son acciones de los vecinos que incluso han agredido a empleados de la empresa. Vamos a dejar ahí los trabajos hasta que ellos –los vecinos– permitan continuar. No nos hacemos responsables de los daños que puedan tener las propiedades porque cuando la empresa ha querido poner el pavimento no la han dejado”, se quejó el jefe edil.
Terminarla con sus recursos
Rosibel, la vecina, cuenta que los pobladores quieren concluir la obra con sus recursos porque consideran que la comuna nunca podrá finalizarla, pero el alcalde advierte que no es posible porque: “Los vecinos pasarían a ser los dueños de las calles”.
“Nosotros por nuestra propia cuenta podemos arreglar nuestra calle, estamos dispuestos a gastar, pero con buena tubería e ingenieros profesionales, pero el alcalde dice que no y que no”, contó Rosibel.
El servicio irregular de agua es otra queja constante de las personas que viven alrededor de la calle, al igual que en zona 1 sufren por las fugas contantes que los han dejado sin el servicio.
La 2a. calle entre la 0 y 5a. avenida, zona 1 de Salcajá, Quetzaltenango, también es parte de otra obra incompleta, la construcción de banqueta peatonal y vías reservadas (NOG 14727978) con un costo de Q9 millones 702 mil. La comuna comenzó la ejecución de los trabajos, a pesar de la oposición de los vecinos, pero ahora tiene problemas para avanzar.