Cansados de que sus peticiones sean ignoradas, vecinos toman en sus manos el mantenimiento de sus calles.
Por Jimena Porres
“Los vecinos de este sector trabajaron un tramo de 100 metros y gastaron mucho dinero en otras fases del callejón. Esta vez necesitan el apoyo de la municipalidad y terminar de pavimentar el callejón que nos ha costado mucho esfuerzo y dedicación”. Así termina el oficio donde el Consejo Comunitario de Desarrollo (Cocode) de Sacsuy solicita materiales al alcalde Juan Carlos Pellecer Agustín, reelecto por el partido Vamos en San Juan Sacatepéquez, Guatemala.
Henry Xiquin, presidente del cocode, comentó que esto se debe a que el alcalde no atiende sus solicitudes. “En la comunidad hacemos reparaciones parciales”. El proyecto más grande lo ejecutaron en 2022, recaudaron Q67 mil que utilizaron para comprar 30 toneladas de asfalto, la mano de obra fue comunitaria.
En 2023, el cocode reportó que la comuna prometió colaborar con 75 sacos de cemento para bachear un tramo en el caserío Los Estradas. Después les dijeron que 50 y por último se comprometieron a 30 sacos.
Los vecinos manifestaron su descontento porque no era la primera vez que incumplían con su parte. “Ellos están obligados a realizar los proyectos. Ya acostumbraron al pueblo a dar parte del material y que pongan la mano de obra, pero en esa ocasión no aportaron en nada”.
Como presidente del cocode, Xiquin envió nueve solicitudes de obras en 2024. Pidió sacos de cemento, arena, piedrín, así como trabajos de pavimentación y recapeo. Todos ignorados por el alcalde. Según el Código Municipal en su artículo 142, las municipalidades están obligadas a formular y ejecutar planes de ordenamiento territorial. Deben garantizar el funcionamiento de servicios públicos tales como mantener adecuadamente las vías, calles y avenidas.
Hace un año eran tres miembros activos, ahora son nueve. “Tenemos diferentes profesiones y nos complementamos entre nosotros”. No han tenido acompañamiento ni asesoramiento profesional.
El trabajo de los vecinos no hace daño
Enrique Batres, asesor de construcción de obra pública, aclaró que estas reparaciones no presentan ningún daño para la calle. “No es una reparación estructural sino artesanal”. Este tipo de prácticas lo que indica es que el sistema de calles está mal gestionado y abandonado, por eso es que las personas toman cartas en el asunto.
Estos trabajos se realizan sobre la rodadura, la parte visible de la calle. La base y la subbase es la parte estructural y la más importante. Difícilmente los trabajos de los vecinos suponen un peligro para estas partes, ya que lo realizan ante la ausencia de mantenimiento explicó Batres.
“En algún punto sí deben hacerse evaluaciones para ver si las calles ya llegaron al fin de su vida útil”, agregó. Este trabajo ya debería ser responsabilidad de la municipalidad ya que requiere de técnicos profesionales y una reparación estructural.
Ojoconmipisto intentó comunicarse con la municipalidad. La dirección de planificación ordenó hacer una solicitud de información pública porque se encuentran “ocupados armando documentos”.
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