En total son 15 plantas de tratamiento, 14 en funciones y de las cuales los vecinos de dos se quejan de los hedores que expelen.
Por Oscar de León
La buena noticia es que en ocho municipios de Quetzaltenango funcionan 14 plantas de tratamiento de aguas residuales. Y la mala es que en 16 localidades siguen sin devolver el agua que usan en mejores condiciones a los ríos.
Esto hay después de haberse la aprobación hace 14 años el reglamento de descargas y re uso de aguas residuales (acuerdo gubernativo No. 236-2006). En la delegación del ministerio de Ambiente y Recursos naturales (MARN) de ese departamento, de 2016 a la fecha ha recibido 44 instrumentos ambientales (solicitudes para construir estas plantas de tratamiento). Solo 15 se aprobaron y 14 funcionan (una, la de El Palmar aún no se inaugura), indicó Leonel Estrada, técnico del MARN.
Hay otra no tan buena noticia, en los ocho municipios solo cubren el 50 o 60 por ciento de las aguas residuales de sus vecinos de sus cascos urbanos. La otra mitad aún contamina los afluentes.
Estos son los municipios con una o hasta tres plantas de tratamiento:
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1 Coatepeque
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1 Huitán
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1 El Palmar (sin inaugurar)
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2 La Esperanza
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2 San Martín Sacatepéquez
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2 San Carlos Sija
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3 Olintepeque
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3 Colomba
Miguel Ovalle, alcalde de Salcajá y presidente de la Asociación Nacional de Municipalidades (Anam), aseguró que todas las comunas hacen su mejor esfuerzo y aplaude los 44 instrumentos ambientes presentados para construirlas en el departamento. Con la ampliación otorgada por el MARN para e 2023 las municipalidades cumplirán con la ley, confía.
“Con las ampliaciones para hacer cumplir el acuerdo gubernativos 236-2006, las municipalidades han puesto poca atención al tema ambiental, cuido de ríos, riachuelos y manto freático que ha sufrido serios daños por desfogues de desagües”, señaló Rodas.
Las incomodidades de las plantas
Con el tratamiento de las aguas servidas se espera evitar la contaminación del manto freático y de los afluente, sin embargo la cercanía a esta puede ser incómodo. En dos de las 15 plantas en funcionamiento es el caso.
En Coatepeque se construyó en el barrio Berlín, en donde el personal del Instituto Técnico de Capacitación (Intecap) denunció malos olores y derrame de aguas residuales.
En La Esperanza, final de la 5ª. avenida de la zona 2, también emana malos olores. Y es que dos tubos de un filtro percolador están rotos. Al migrar el agua por los poros de este, la materia orgánica se degrada por la biomasa (lodo) que cubre el material del filtro y no tiene caudales separados, asegura Estrada, el técnico del MARN.
En Cabricán hay una planta de tratamiento que no se cita entre los ocho municipios. El jefe edil, Eleázar Esaú López, y que presidente de la asociación de alcaldes del departamento, dijo que esta quedó entre los planes de la administración pasada, pero desconoce la cobertura que esta tendrá. Este es su primer período, llegó con la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).