Aunque los ofrecimientos en época electoral abundan por parte de los postulantes, no todos son viables. Menos aún cuando requieren de otros funcionarios para llevarlos a cabo.
Por Carmen Valle
Mientras más cerca están las elecciones, más ofrecimientos hay por parte de quienes aspiran a cargos municipales. No todo lo que brilla es oro y no toda promesa de campaña es realizable, así que Ojoconmipistoconsultó a un especialista para detectar qué planes sí son posibles desde la alcaldía y cuáles no.
Estos sí
A criterio del constitucionalista Roberto Alejos, para saber cuáles de todas las propuestas sí podrán llevarse a cabo si el candidato obtiene el puesto, primero debe pensarse qué potestades tiene quien ya está en el cargo. Los jefes ediles “tienen una responsabilidad principal: administrar los fondos públicos para proveer servicios a sus pobladores. En eso se basa la mayor parte de su trabajo”, explica.
Así, ve viables los ofrecimientos relacionados con servicios como ornato, agua, extracción y manejo de desechos sólidos, alumbrado, ordenamiento vial, drenajes y cualquier otro rubro dependiente de la gestión de la comuna.
También ve realizables los ofrecimientos vinculados a las gestiones y trámites que hacen los vecinos en la municipalidad y sus empresas. Como ejemplos cita maneras más sencillas de pagar arbitrios, reducción de multas de tránsito, cambios en los requisitos para adquirir licencias de construcción, políticas relacionadas con urbanismo, infraestructura para mejorar la movilidad, transporte o estrategias para la recuperación de espacios públicos.
¿Qué más sí puede hacer? Según Alejos, priorizar una aldea sobre otra para realizar proyectos, mejorar las carreteras de un sector antes que las de otro o cambiar el orden de ejecución de sus iniciativas.
Estos no
“Todo ofrecimiento dependiente de otro funcionario es un ‘no’, porque la decisión está en otra persona y no se puede garantizar la viabilidad de su promesa o la anuencia del otro servidor público a impulsarla”, añade Alejos. Según él, las propuestas donde se necesite reformar, quitar o agregar una ley no están en las manos de los alcaldes. Si los candidatos ofrecen algo parecido, no siempre será posible cumplir porque dependerá de los diputados.
Como ejemplo de esto propone las promesas por parte de aspirantes a la alcaldía de reactivar la pena de muerte en Guatemala. Aunque no es imposible, no puede proponerlo porque desde el cargo al que aspira no tiene poder de decisión para cumplir los requisitos necesarios para volver a tener vigente ese procedimiento en el país.
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Las banderas rojas
A decir de Alejos, una de las señales de alerta en una propuesta por parte de un candidato a jefe edil es no decir de dónde obtendrá los fondos para realizar su plan si resulta electo. Esto, porque varios de los ingresos municipales tienen un destino específico, entonces no todo el dinero se puede usar para cualquier fin.
Por ejemplo, los fondos provenientes del impuesto de circulación, solo pueden usarse para mantener calles, puentes y bordillos. Los provenientes del impuesto al valor agregado, por su parte, solo pueden utilizarse para proyectos de inversión, según su ley orgánica. Lo mismo sucede con lo recaudado a través del gravamen al petróleo, pues solo puede usarse para conservar la red vial.
“Varias de las fuentes de financiamiento indican para qué deben usarse y el dinero ya está repartido. Hacer proyectos nuevos implica cerrar otros o reducirles fondos. Cuando su candidato le ofrezca algo, pregúntele qué deberá sacrificar la comunidad para obtenerlo”, concluye el abogado.
La linterna es un proyecto contra la desinformación en las Elecciones Generales 2023 en Guatemala. Hace verificación del discurso público y detección de bulos. Es coordinado por Ocote con la participación de ConCriterio,elPeriódico, No-Ficción y Ojoconmipisto y es financiado por Capir.
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