La Tarjeta Ciudadana: fallos y molestias para usuarios del Transmetro

27 julio 2021

A dos meses de su implementación, usuarios se quejan por este nuevo sistema de pago, que presenta deficiencias y no favorece a todos los sectores que la emplean a diario. Reproducimos esta nota de la Agencia Universitaria de Noticias (AUN).

Empleados municipales orientan a los usuarios sobre la forma en que deben recargar sus tarjetas. Foto: Diego España.

Por Diego España / Agencia Universitaria de Noticias-ECC Usac

La Tarjeta Ciudadana, el sistema electrónico de cobro para el uso del Transmetro, implementado hace dos meses por la municipalidad capitalina, ha generado confusión, dudas y quejas por parte de los usuarios. Este consiste en una tarjeta plástica similar a una tarjeta de crédito, que funciona con un chip, para cargar en ella el valor del pasaje. La misma tiene un costo de Q20 y cuenta con cinco viajes en su compra. La tarjeta puede ser recargada en cualquier estación del Transmetro.

El monto máximo de recarga es de Q200 y el mínimo de Q5. Se pueden usar monedas de Q1 y billetes desde Q5 a Q100, así como tarjetas Visa o Credomatic de débito o crédito. También se pueden recargar en línea, en la página del Transmetro.

Para los adultos mayores y personas con capacidades diferentes la tarjeta es gratuita.

A la fecha 478 mil usuarios la adquirieron, aseguró Ángel Alvizúrez, vocero de la comuna capitalina.

Reclamos y fallas de la Tarjeta Ciudadana

La Agencia Universitaria de Noticias entrevistó a usuarios del Transmetro y contactó a personas que encontraron fallas y reclamos a causa de la Tarjeta Ciudadana (TC).

En la estación El Trébol del Transmetro, Mauricio de León, quien se encontraba suspendido por el Seguro Social y sin pago del trabajo, no tenía Q20 para comprar la tarjeta. “Estoy viendo si alguien me da chance de darle Q1 para abordar. Para mí fue mala idea esto (la tarjeta), siento que es solo una excusa para, en adelante, cobrar más, así como pasó con el Transurbano. Ya no es Q1 sino hasta Q5 u Q8”, protestó.

La municipalidad aseguró que no habrá aumento: la tarifa se mantendrá en Q1. La ciudad de Guatemala recibe cada año Q199 millones de ayuda económica para el transporte público por parte del gobierno, según el Sistema de Contabilidad Integrada del Estado (SICOIN).

A Otto Galicia, un comerciante de 43 años, la máquina expendedora de tarjetas le cobró su billete sin acreditar el monto. “Si la persona no sabe manipularla, se complica y le roba el billete. Una vez se me trabó uno de Q10, la máquina lo tomó y no me acreditó nada en la recarga. No solo a mí me ha pasado”, aseguró.

Armando Roca Valdés, 53 años, es originario de Chimaltenango, visitó la capital por asuntos laborales. Ignoraba la nueva modalidad de pago en el Transmetro. Le tomó por sorpresa los Q20 que debió gastar para adquirir la TC. “La economía está muy difícil como para comprarla. Con la moneda de Q1 era más fácil llevar una en la bolsa y abordar. En promedio los guatemaltecos no tenemos un sueldo alto”, lamentó.

Las máquinas tampoco están programadas para ofrecer vuelto. Ese fue el caso de Valentina Jiménez, 21 años, estudiante universitaria, quien para su primera recarga ingresó un billete de Q100. Cuando se disponía a seleccionar el monto, la máquina acreditó la totalidad del billete.

“Realmente es un robo lo que hacen, ¿cómo las máquinas no van a generar vuelto? Lo denuncié con uno de los chicos de la municipalidad, sin embargo, me explicaron que así era el método y no podían hacer más por mí. Me enojé porque ese billete era lo único con lo que contaba para el día”.

A Jerónimo Flores, 25 años, ni le acreditó el dinero ni se lo devolvió la máquina expendedora, pero le generó un cupón y hasta completar la cantidad exacta se lo acreditará. “Por ahora debo andar con un papelito impreso que me generó la máquina, hasta tener como mínimo Q5 para ingresar el cupón», cuenta el estudiante.

Las máquinas aceptan únicamente montos de números pares, si es impar genera un cupón del dinero que ingresó, el cual puede canjear al completar la cantidad restante o ingresarlo en forma de abono cuando recargue de nuevo.

En la estación El Trébol, Franz Toledo, 29 años, no pudo usar su TC por fallas en el sistema. Acudió a la ventanilla para resolver y le dijeron que “sin el recibo no podían hacer nada”, de lo contrario debía ir a la municipalidad.

“¿Y las recargas que he hecho? Dinero y tiempo perdido, además no pude viajar porque ya no aceptan monedas. Somos la clase trabajadora del país, la que sobrevive con el sueldo mínimo”, se quejó este locutor comercial.

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José Lainfiesta, actor de teatro, al adquirir la TC tuvo problemas para activarla, la solución que le dio un agente fue ir a la sede de la municipalidad para cambiar la tarjeta. “Fue un martirio, no funcionan las máquinas ni las tarjetas y tienes que ir hasta la municipalidad para arreglar el problema. Este intento de modernización se convierte en un trámite absurdo de una hora. Esto no beneficia al usuario”, lamentó.

También están los usuarios a quienes les cobró el doble, Q2. “La máquina de la estación Colón en dirección a zona 6, me cobró Q2 en varias ocasiones. Realmente es frustrante”, dijo Herbert Alvarado, 59 años.

Lo mismo le sucedió a Aldo Darío. “Me pasó hace poco al abordar en Periférico y me apareció Q10 de saldo, luego cuando abordé en la estación El Carmen me salió Q8, me cobró dos pasajes de un solo”.

Los problemas con la Tarjeta Ciudadana pueden denunciarse al número 1551 de atención al vecino de la municipalidad. Es importante que los usuarios lean las instrucciones detalladamente antes y durante la recarga, y que guarden el recibo de pago, esto le ayudará en caso extravíe o le roben su tarjeta.

Esto dijo TuMuni

Mauricio Fetzer, coordinador de la unidad de medios de pago electrónicos de la Dirección Financiera de TuMuni, resolvió una serie de preguntas. Lo primero en aclarar fue que las dudas también son atendidas por el personal edil en más de 120 máquinas de recarga, a través de las redes sociales de la comuna o su sitio en internet.

“La eliminación del uso de efectivo se debió a la pandemia y a reducir hechos delictivos ya que no se maneja efectivo. También es importante mencionar que se puede utilizar la tarjeta de débito o crédito”, justificó.

Los usuarios se quejan de que, en ocasiones, el sistema no reconoce las recargas que le han puesto a sus tarjetas. Foto: Diego España.

Respecto a que el usuario de este servicio a veces no tiene los Q5 de la recarga sino solo el Q1 de ida o de regreso, dijo. “Los usuarios tienen viajes de emergencia, en ese caso pueden pasar la tarjeta y cuando la recarguen se les debitará”. Sin embargo, la tarjeta permite un solo viaje de emergencia y al recargar se descuenta el quetzal, así sucesivamente.

Aunque los usuarios reportan cobros dobles del pasaje en esta nueva forma de pago, Fetzer niega que esto suceda.

Sobre que las máquinas no están programadas para dar vuelto no ofreció ninguna explicación.

Contar con un sistema híbrido

Amanda Morán, investigadora del Centro de Estudios Urbanos y Regionales (CEUR) de la Universidad San Carlos de Guatemala (USAC), comentó acerca de la nueva modalidad de pago. “Si se analiza quién usa más el transporte colectivo, claramente es el sector informal, los que tienen menos recursos y no se ven favorecidos con esto”.

Pero no todo es malo, reconoce la investigadora, pues facilita a través de varios medios el pago del servicio. Morán considera que la mejor opción podría ser un sistema híbrido de monedas y la nueva TC a la vez. Así no se perjudica a ningún sector económico.

En ello coincide con Michelle Tercero, del Instituto de Investigación y Proyección sobre Ciencia y Tecnología (INCYT) de la Universidad Rafael Landívar (URL).

“Esto aportaría dos beneficios: primero a la municipalidad al hacer ajustes paulatinos al sistema, ya que se han reportado inconsistencias en los sistemas de cobro, y segundo al usuario, podrá ahorrar para su primera compra y dar la oportunidad de ver su uso en otros usuarios”, sugirió.

Tercero también resaltó la ausencia de contar con un mejor transporte público. “Necesitamos un sistema que nos lleve de un municipio a otro, seguro para todas las personas, que crezca y sea confiable en sus horarios y sistema de pago”, dijo.

La municipalidad no resuelve los reclamos de los usuarios; algunos los niega otros los ignora. Las redes sociales hacen eco a la catarsis de los afectados.

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Mirja Valdes

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