Desde el fin de semana la ciudad está en tareas de limpieza en sus viviendas, negocios, calles y avenidas por las lluvias del fin de semana. Como en 2023, como en 2022, y así.
Por Mirna Alvarado
En Facebook, Dalila Castro, coordinadora del Consejo Comunitario de Desarrollo (Cocode) del barrio El Calvario de Quetzaltenango, denunció que la limpieza por parte del personal de la municipalidad “tan solo fue un pasón”.
En un picop pequeño recogieron arena y lodo, eso fue todo. “Era necesario una retroexcavadora para llevarse el material de la 18 a la 21 avenidas, todavía hay acumulación de tierra”, sugirió en su transmisión. El sábado (22 de junio) el agua subió 1.50 metros, al siguiente día (domingo) fue lo mismo.
“El agua les llegó a la cintura o un poco más arriba”, dijo Moisés Bethancourt, vecino del lugar. Lo que describe sucede cada año en El Calvario y en otras zonas de la ciudad. Miembros de cocodes vecinos apoyaban para mitigar inundaciones, pero ya no lo hacen porque ahora trabajan en la municipalidad, se queja.
Daños en casas y vehículos
Alrededor de 15 automóviles estacionados sobre la 4ª calle del barrio El Calvario, zona 1, se llenaron de agua y lodo. Sus propietarios, la mayoría, se encontraban en el Cementerio General donde acompañaban un sepelio. El camposanto también se inundó.
“Estábamos preparados con bombas de achique y una serie de atenciones que le íbamos a dar a los vecinos en caso hubiese demasiada agua en el interior de las viviendas”, dijo Amílcar Rivas, gerente municipal. Pero no llegaron, había otras prioridades: La Pedrera (12 avenida zona 1) con un deslizamiento de piedras y El Cenizal zona 4 donde la correntada llevaba lodo y piedras.
En la zona 2, el carril auxiliar de la avenida La Independencia y sus alrededores se inundaron, al igual que viviendas y negocios. La correntada bajó veloz y tardó al menos un día para descender el nivel del agua, indicó Samuel Villagrán, comerciante del lugar.
Programa millonario
Desde marzo de 2023, la municipalidad tiene el “Proyecto de conservación y limpieza de tragantes, ríos, zanjones, lagunas de retención y cunetas” (NOG 18726291) de Q10 millones. Finalizará en 2026. El programa prioriza limpieza constante de tragantes y depósitos de absorción de lugares vulnerables como las zonas 1, 2 y 5.
Para el urbanista Luis Fernando Castillo, el problema tiene muchas variables, entre estas la ausencia de mantenimiento a los zanjones, la falta de áreas verdes como mecanismo de absorción de agua natural, la depredación de bosques y la tala de árboles urbanos. El criterio de meter cemento por todas partes o entubar los ríos quedó en el pasado, se debe de empezar a trabajar con planes de Ciudades Esponja, dijo.
“Es un modelo de planificación urbano chino que se basa en infraestructura de gestión de aguas pluviales naturales. Se enfoca en el control de inundaciones y la mitigación de los impactos del desarrollo urbano en la hidrología y los ecosistemas”, explicó. Mitigaría inundaciones y a su vez olas de calor.
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Marco Chávez, concejal de SBX, explicó que iniciaron un proceso de fiscalización para establecer los resultados de la empresa que realiza los trabajos de mantenimiento y mitigación. “Ya pasó un año y en este invierno debería tener resultados. Por lo menos las aguas estancadas deberían tener más fluidez si se hiciera limpieza constante”, mencionó.
Mirja Valdés
Quetzalteca que estudió Técnico en Periodismo y Licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la Universidad de San Carlos. Reportera y editora en varios medios. Me gusta lo que hago. También los gatos 🐈.