El Estado reconoce la contaminación de 95 % de los ríos en Guatemala. Limpiar o ensuciar el agua fue el “estira y encoge” de las municipalidades, al menos en junio de 2024.
Por Carmen Valle
Guatemala tiene el doble de agua disponible que el promedio mundial, con 33 mil 416 litros diarios para cada habitante, según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Aun así, no toda puede usarse, pues al menos el 95 % de los ríos está contaminado.
En medio de esta situación, en junio de 2024 Ojoconmipisto reportó cómo las municipalidades entraron en conflicto con el agua. Presentaron amparos para librarse de la responsabilidad de tratar las aguas residuales, una denunció a otra por la suciedad de ríos compartidos, se enfrentaron a un ministerio para parar una norma e incluso a organizaciones que calificaron su actuar como un retroceso.
En esta nota se resume y se explica qué pasó con las municipalidades y el agua en solo tres semanas de junio.
El amparo de la ANAM para no tratar aguas residuales
La Asociación Nacional de Municipalidades (Anam) alegó ante la Corte de Constitucionalidad (CC) no tener responsabilidad de cumplir con el reglamento para procesar aguas residuales. Según los jefes ediles, esto era inconstitucional, pues violaba su autonomía municipal, justo cuando debían presentar los estudios previos a sus plantas de tratamiento.
La CC les otorgó un amparo provisional, con lo cual se suspendió el reglamento. Con ello, no solo se pausó la obligación de las alcaldías de cumplir con esto, sino también la de empresas y otros entes generadores. También se pararon las competencias que esta norma daba al ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) para hacer mediciones sobre calidad del agua.
Aunque la CC aún no resuelve de forma definitiva, tanto la titular del MARN, Patricia Orantes, como el presidente de la ANAM, Sebastián Siero, dijeron a Ojoconmipisto que confían en que la decisión será a su favor.
Este no es el primer temblor por el cual pasa el reglamento para tratar aguas residuales. Se creó en 2006 y desde entonces sufrió seis prórrogas y, ahora, un amparo. En esta nota puedes leer más sobre él y aquí, cómo no es suficiente con construir las plantas que manda la regla para descontaminar el agua en Guatemala.
El conflicto entre municipalidades por la contaminación en un río de Guatemala
La comuna de Pastores, Sacatepéquez, denunció a la de Parramos, Chimaltenango, por la suciedad en el río Guacalate. Cada tres días, la primera recoge la basura de la cuenca, la cual no solo proviene de su municipio, sino también de riachuelos donde se recoge la de El Tejar, San Andrés Itzapa y Parramos, todos en Chimaltenango.
Cuando Pastores se quejó ante el MARN por la contaminación proveniente de otros sitios, los gobernadores de Chimaltenango y Sacatepéquez se reunieron con los alcaldes para buscar cómo resolver el problema. Mientras esto se logra, el alcalde de Parramos también fue citado por la unidad de servicios del ayuntamiento de Antigua Guatemala por el mismo motivo.
Los vecinos: de observadores a dar pelea por el agua
Cuando la CC amparó a las municipalidades, la Alianza por la Cuenca del Motagua convocó a una conferencia de prensa para explicar que la corte tenía poco interés por la conservación del agua en Guatemala. Según el colectivo, esta decisión abre la puerta a no controlar que se viertan aguas residuales no tratadas en ríos y lagos, además de tener un impacto negativo en la salud de la gente.
No fueron los únicos en protestar por cuestiones relacionadas con agua y otros recursos naturales. En junio, hubo una manifestación en la zona 10 capitalina para evitar la construcción de edificios en donde ahora está un bosque. De aprobarse, la hectárea de vegetación desaparecería.
En sus alegatos, los vecinos dijeron que este lugar era un pulmón para Guatemala, disminuía la temperatura, mejoraba la calidad del aire y procuraba la disponibilidad del agua. El bosque, en tanto, continúa allí, pero la desarrolladora dijo en un comunicado que continuará con su proyecto.
¿Pasó algo bueno en la gestión del agua?
Sí, en junio San Juan Chamelco, Alta Verapaz, se convirtió en el quinto municipio a nivel nacional libre de contaminación fecal. Hubo cambios de comportamiento para evitar que las personas defecaran al aire libre y esto contaminara el agua a consumirse después. También se mejoraron las letrinas y se garantizaron grifos para procurar la higiene en las comunidades.
Con esto, se encamina a combatir la desnutrición, pues existe un vínculo entre el consumo de agua sucia y esta afección. Cuando alguien ingiere agua en mal estado, se arriesga a sufrir diarreas y, por lo tanto, su cuerpo no absorbe los nutrientes provenientes del alimento.
Lo que falta
Al 24 de junio, la CC sigue sin tomar una decisión definitiva respecto al amparo de la ANAM sobre el agua residual. Según Siero, las municipalidades no han recibido anuncios ni nada nuevo por parte de la corte, pero tampoco por parte del MARN. De acuerdo con él, la cartera se comprometió a enviar a los jefes ediles posibles enmiendas a hacer en el reglamento a más tardar el 30 de mayo, pero siguen sin aparecer.
Por otro lado, el bosque de la zona 10 capitalina sigue en vilo. A decir de la concejal VIII, Ninochka Matute, el tema continúa congelado y la corporación aún no discute si se aprobará o no la licencia de construcción de la desarrolladora.