La municipalidad de Guatemala trabaja en un protocolo de medidas de seguridad que presentará al ministerio de Salud.
Por Claudia Palma
La comuna capitalina cuenta 408 entre parque y plazas en el municipio. De momento cerrados, y así seguirá mientas el semáforo de alertas los tenga en rojo.
“La municipalidad de Guatemala, con el acompañamiento del ministerio de Salud Publica y Asistencia Social (MPAS) y la Comisión Presidencial de Atención a la Emergencia COVID-19 (Coprecovid), trabaja en un protocolo de reactivación de parques”, informó la comuna a través de su oficina de Comunicación Social.
Adelantó que regirán disposiciones generales recomendadas por las autoridades sanitarias, como: la ocupación en un 50 por ciento del aforo de los parques y plazas, el cumplimiento de las medidas de distanciamiento social, el uso de gel antibacterial y la toma de temperatura.
Las medidas en cuanto al tiempo de permanencia, los protocolos para garantizar la seguridad en áreas infantiles, aparatos de ejercicio y el ingreso de quienes trabajan en los parques como lustradores, son aspectos que aún se discuten.
“Según el tablero de alertas, el municipio continúa en rojo, lo que contempla restricciones como el uso de parques. Trabajaremos apegados a las normas y protocolos establecidos por las autoridades competentes”, resaltó en su respuesta.
Además de todas estas medidas es esencial que no se niegue el acceso a menores de edad y adultos mayores, resaltó el urbanista Alejandro García.
¿Parques no y plazas sí?
Una plaza es un espacio amplio, urbano, público y descubierto, en el que por sus características se realizan diversas actividades. Los últimos fines de semana se observó a familias en la Plaza Berlín, zona 13, que en un momento hubo que retirarlas por agentes de la Policía Municipal de Tránsito (PMT) ante la aglomeración.
Ojoconmipisto consultó a la municipalidad de Guatemala, si las disposiciones de los parques aplican a las plazas, pero no hubo respuesta. El economista y miembro de la Red Guatemalteca por Ciudades Sustentables, Rudy Herrera Mármol, recomendó identificar áreas para uso de las personas. Descartar áreas ocupadas por plantas, árboles, o edificios, dice, y “separarlas con base al uso que se les pueda dar y asignarles distintos niveles de riesgo. Por ejemplo, áreas verdes de grama es de menor riesgo mientras que juegos de niños es de un riesgo mayor.”
Luego es necesario establecer reglas que reduzcan el riesgo de contagio como limitar la interacción de personas de distintos hogares, permitir reservaciones de ciertas áreas y establecer límite de tiempo de permanencia. Todo esto acompañado del personal suficiente que recuerde las nuevas reglas de convivencia, agregó Herrera Mármol.