La cabecera de Alta Verapaz vacunó a los primeros 250 mayores de 70 años en el centro de salud de la localidad. La próxima semana inmunizarán a los vecinos del área rural.
Por Haydeé Archila
“Creo que tengo fiebre”, dijo Delia Requena Cabrera, 80 años, en la cola para vacunarse contra la COVID-19. Un enfermero acudió presuroso a tomarle la temperatura, pero ella con una sonrisa aclaró: “tranquilo, es broma”. Tranquila y de buen humor acudió al llamado una de las primeras personas de la tercera edad a inmunizarse en Cobán, Alta Verapaz.
La segunda fase, los mayores de 70 años, comenzó el martes 4 de mayo a las 8:00 horas. Delia llegó a las 11:44 y salió a las 12:30 del centro de salud de la cabecera donde colocaron dos carpas con capacidad de 50 personas, ahí, cuatro puestos atendidos por seis enfermeros.
Una de las áreas se destinó a la vacunación y en la otra para esperar 30 minutos si hubiera algún tipo de reacción a la vacuna.
La municipalidad de Cobán gestiona la logística para el parqueo y el orden en el perímetro del centro de salud. “También estamos en coordinación con ellos para el envío de listas de las personas que se anotan para recibir su vacuna en la oficina del adulto mayor. Esto porque ellos son el ente oficial que corrobora toda la información”, dice Ariel Hasse, concejal I.
Había sillas plásticas para esperar su turno, mientras leyó y firmó un consentimiento para recibir su vacuna. En este documento se aclara que la dosis contra la COVID-19 es “gratuita y voluntaria”, además de advertir de posibles efectos secundarios.
Lisbeth Rosario Cajas, epidemióloga del área de salud, explica que se atienden a las personas de 10 en 10, en citas escalonadas. Esto porque cada dosis tiene esa capacidad y si solo llegan ocho personas, por ejemplo, se tiene que esperar a que se llene el cupo de 10. “Cada frasco está preparado para 10 dosis y no se pueden perder”.
Al mismo tiempo que en Cobán, en ciudad de Guatemala también habilitaron 13 puestos de vacunación, en algunos como el instalado en la universidad Rafael Landívar los inyectaron dentro de su auto. En las cabeceras de Quetzaltenango, Chiquimula, Petén, El Progreso y otros departamentos, también.
La otra semana en el área rural
Por ahora solo se atiende a vecinos del casco urbano, pero la siguiente semana, se llevará la vacuna a áreas rurales donde preparan los listados de las personas de tercera edad que deseen vacunarse. El proceso se hizo diferente a la cabecera donde la información llega a través de las redes sociales, teléfonos inteligentes o kioscos.
“Es una dinámica distinta, explicó Cajas, debido a que no todos tienen internet o un smartphone. Entonces lo que hacen los compañeros encargados de los territorios (auxiliares y enfermeros) es ir de puerta en puerta, anotar nombres y documentos de identificación que van a una base de datos para recibir esta primera dosis”.
En el mismo turno que Delia estaba Ernesto Fetzer, 89 años. También lo llamaron el martes 3 de mayo para su cita, a él lo inscribió su hija quien dos semanas atrás se enteró a través de redes sociales. “He estado muy pendiente de la fecha y por eso inscribí a mi papá. Ayer me llamaron y acá estamos muy contentos a la espera”, dijo. “Todo bien, aunque recibió mucho sol durante la espera”.
Al principio hubo congestionamiento, hubo buena convocatoria, pero luego se organizaron. “Esperamos que siga así, porque queremos que nuestras personas de 70 años o más, estén vacunadas”, agregó Cajas.
Delia y Ernesto fueron dos de las 250 primeros vacunados del martes. Por ahora es el centro de salud el único punto. En los próximos días esperan habilitar otro dos en la colonia La Nueva Esperanza y en el Campo Minerva.
“Aquellos que se acerquen a vacunarse desayunen bien y hagan su rutina diaria. Pueden traer agua o lo que necesiten”, recomendó la epidemióloga. La jornada de vacunación está programada para un mes, pero todo dependerá de la demanda y la cantidad de vacunas disponibles.