En ocho municipalidades ampliarán y jardinizarán instalaciones que ya tienen. Y en otras dos planean construir nuevas oficinas.
Por Carmen Maldonado Valle
En Sololá, Jutiapa, Huehuetenango, San Marcos, Quiché y Petén, ocho municipalidades arrancaron el año con gastos por Q7 millones 887 mil destinados a construir o remodelar salones y oficinas. También pintarlos y amueblarlos.
El 3 de diciembre de 2020, la alcaldía de San Pablo la Laguna, Sololá, adjudicó un concurso por Q275 mil para empezar a restaurar el edificio municipal en 2021. Con ese dinero se mejorará la iluminación y se dará mantenimiento a los sanitarios porque “el lugar se construyó hace 35 años y si no se remodela no se puede dar un buen servicio a la gente. También queremos que los empleados se sientan seguros”, dijo Juan Ujpán, el alcalde.
Cinco días después, la comuna de San Andrés, Petén, adquirió 1 mil 200 sacos de cemento por Q89 mil 400, porque el secretario municipal dijo a través de una carta que Edilio Chablé, albañil de la institución, solicitó el material para remozar las paredes.
El proveedor es Edgar Baten, dueño de la Ferretería “El Centro” y que en 2020 ofreció implementos de construcción en 39 ocasiones a la alcaldía de San Andrés. Por ello ganó Q301 mil 218. Brinda sus servicios al Estado desde 2018 y les ha facturado Q2 millones 136 mil. En esta ocasión, Guatecompras refleja que su oferta fue la más costosa de las cinco que se presentaron.
La comuna de Comapa, Jutiapa, también pensó a futuro, porque el 10 de diciembre contrató a Alexander Peña para embellecer el área verde alrededor del palacio municipal y construir un muro llorón (caída de agua) por Q89 mil 500. El alcalde, César Vásquez, justifica que “el mal estado del jardín podía erosionar el suelo. Con el viento se puede levantar la tierra y eso contaminaría y dañaría la salud de las personas, entonces teníamos que arreglarlo”.
En los siete días posteriores, el jefe edil de Santa Lucía Utatlán, Sololá, gastó Q64 mil 844 en cubetas de pintura para la fachada de la municipalidad. Mientras, la alcaldía de La Reforma, San Marcos, pintó sus instalaciones tras invertir Q72 mil 100 en esa labor.
Por su parte, Joyabaj, Quiché, gastó Q155 mil 400 en puertas y ventanas para las oficinas de la comuna. El alcalde, Florencio Carrascoza, argumenta que “el edificio quedó muy dañado después de que unas personas se metieron a destruir cosas porque estaban enojados, y lo teníamos que poner como estaba para que volviera a ser seguro”.
Aquí te recordamos lo sucedido en aquella ocasión: La venganza política del alcalde de Joyabaj contra Anastasia Mejía, la exconcejal y periodista comun
Se refiere al 24 de agosto de 2020, cuando vendedores del mercado tomaron las instalaciones municipales como símbolo de protesta. Semanas antes fueron reubicados en un terreno en el que se podría tomar mayor distancia física para prevenir el contagio de coronavirus, pero en el nuevo lugar no vendían tanto como antes “y destruyeron las puertas y ventanas, además de quemar cosas y dañar las paredes”, se lee en el acta 63-2020 del concejo de Joyabaj.
A 200 kilómetros de allí se encuentra San Pedro Soloma, Huehuetenango, donde la alcaldía invirtió Q52 mil 700 para restaurar y pintar las jardineras, los kioscos y los baños públicos del parque. Se hizo a petición del director de servicios municipales, Rigoberto Rodas, quien explicó en una carta que “estaba en mal estado y perdió la apariencia con la que fue construido. La situación actual genera mala imagen municipal”.
La comuna de Chisec, Alta Verapaz, por otro lado, mejoró la alcaldía auxiliar de la aldea “Carolina” por Q266 mil 920 porque quedó destruida tras la tormenta ETA. El coordinador del Consejo comunitario de desarrollo (Cocode), Vicente Macz, dijo que “antes nos reuníamos allí para hablar de las necesidades de la aldea, pero con las lluvias se humedeció y se dañó, así que ya no pudimos. Por eso le pedimos al alcalde que la arreglara y si llega a hacer falta mano de obra, nosotros podemos ayudar también”.
En Pasaco, Jutiapa, el concejo municipal solicitó al alcalde embellecer la fachada del palacio. “Porque se encuentra en malas condiciones de pintura y algunos daños en sus instalaciones, por lo que se hace necesario realizarle un remozamiento para que su presentación sea agradable ante los vecinos” (sic), según el requerimiento publicado en Guatecompras. Para esta labor se buscó a José López, representante de la constructora “Colmena”.
López es contratista estatal desde 2010 y ha ganado 149 concursos para reparar caminos, construir escuelas o cualquier pedido que le hagan los alcaldes. Además, ha estado a cargo de 307 operaciones sin concurso, en las que trabajó con las comunas de Jutiapa, Quiché, Alta Verapaz, Suchitepéquez, entre otras. En los últimos once años ha facturado Q84 millones 373 mil 879 y solo ha trabajado con municipalidades.
Los más costosos
El 1 de febrero de 2021, la alcaldía de Zapotitlán, Jutiapa, adjudicó el concurso para ampliar el palacio municipal a un costo de Q885 mil 300. Una nueva planta para las instalaciones, rampas de acceso, una oficina de cobros por servicios públicos y otra de atención al adulto mayor, según Guatecompras.
Hilmar Quiñónez, el jefe edil, argumentó que la razón para priorizar esta construcción fue “la presión que tenemos por parte de la Procuraduría de Derechos Humanos, porque dice que nuestro edificio no es inclusivo con los discapacitados y las personas mayores”. Debido al espacio reducido para caminar en el lugar y la falta de elevadores o alternativas ante las escaleras.
“No teníamos planeado hacerlo ahora porque casi no hay recursos, pero preferimos estar bien con ellos. También sirve porque estamos un poco amontonados, entonces así vamos a tratar de atender mejor a los vecinos y así se van a sentir más cómodos cuando vengan”.
En San Andrés Semetabaj, Sololá, también habrá un edificio nuevo, costará Q5 millones 849 mil, el cual construirán este 2021. Gaspar Chumil dirige el municipio por segundo período consecutivo. Cuando empezó su mandato, cuenta, tenía cuatro pilares como prioridad: salud, educación, reactivación económica y un nuevo palacio municipal.
“Tenemos un edificio propio, pero es de adobe y la humedad ha generado que muchos documentos importantes se arruinen. Además, no nos parece seguro porque es muy antiguo y el material no es resistente”, comenta Chumil. Añade que dio importancia a este proyecto porque “ya tenemos mayor acceso a salud, hemos construido escuelas y estamos trabajando un proyecto para apoyar a mujeres emprendedoras desde la administración pasada, entonces creímos que este era el momento para hacer el nuevo palacio”.
Según la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional, (SESAN), seis de cada diez personas en ese municipio son pobres, mientras una más vive en extrema pobreza. Ante esto, el alcalde respondió: “Ya estamos en eso y por ello gestionamos con una institución suiza para que ofrezca créditos sin intereses altos a los pequeños empresarios. Así vamos a generar más empleo y poco a poco va a disminuir la gente que se va de San Andrés”.
Edgar Ortiz, abogado de la Fundación Libertad y Desarrollo, califica estos gastos como “aceptables, cuando van a contribuir con darle un mejor servicio a los vecinos, pero para los que solo gastan en decoración o construcciones que no van a ayudar a la gente, es un despilfarro”.