La comuna detalló sus proyectos en revistas para repartir a los vecinos. Las impresiones, justifica, son importantes “porque a veces las personas dicen que la muni no trabaja”.
Por Carmen Maldonado Valle
La municipalidad de Acatenango, Chimaltenango, imprimió 3 mil 300 memorias de labores para resumir los proyectos realizados durante 2021. Fueron cuatro compras al mismo proveedor, valoradas en un total de Q73 mil 600, según Guatecompras.
Los ejemplares tienen 32 páginas. Diez de ellos se elaboraron con pasta dura y letras grabadas en oro, mientras el resto se hizo en papel de revista. “Cada año deben darse estos informes al consejo comunitario de desarrollo. También se repartieron de casa en casa en forma de revista y así la gente puede evaluar la gestión”, justifica Raúl Porras, encargado de relaciones públicas de la comuna.
Las primeras mil se adquirieron el 28 de diciembre de 2021 por Q24 mil 800. El 18 de enero se compraron otras diez, cada una a Q600, porque las letras se recubrirían con oro. Diez días después se imprimieron mil por otros Q24 mil 800 y el 1 de marzo mil más, aunque estas fueron menos costosas porque se pagó Q18 mil por ellas.
La proveedora es Stephanie Pamela Hernández Alvarado, quien ofrece sus servicios de imprenta y librería desde 2019 a instituciones en Chimaltenango, como las alcaldías de El Tejar, Santa Cruz Balanyá, San Andrés Itzapa, Parramos, Tecpán, entre otras. En total ha facturado Q596 mil 53 a partir de estas adjudicaciones.
Acatenango no solo encomienda a Hernández la impresión de memorias de labores. En 2022 también le compró cinco mil hojas membretadas por Q7 mil 250, cuatro mil folders por Q20 mil, 100 gafetes por Q4 mil y mil carnets por Q2 mil.
A decir de Porras, las memorias de labores son necesarias para dar a conocer cómo trabaja la alcaldía y por ello se llevaron hasta los hogares. Al preguntarle cómo las leen los vecinos, dado que uno de cada tres no sabe leer ni escribir, según el último censo, explicó que la alfabetización es un tema ajeno a la municipalidad, porque hay instituciones dedicadas a dar clases a los pobladores. “Pero sí les reparte incentivos (como víveres) cuando asisten a las lecciones de lecto escritura”.
Este municipio, además, fue priorizado por la Gran Cruzada Nacional por la Nutrición, una estrategia gubernamental diseñada para integrar a todos los sectores de la sociedad con el fin de mejorar los indicadores de salud y acceso a alimentos en las ciudades con más casos de desnutrición en el país. En Acatenango, los niños presentan un 44 por ciento de retardo en el crecimiento debido a la alimentación deficiente, reporta el Sistema de Información Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional.
En los últimos dos años, la municipalidad no registró concursos en Guatecompras relacionados con frenar la desnutrición. Se publicó un evento en julio de 2020 para adquirir alimentos por Q94 mil 34, pero no se destinaron en específico a este grupo, sino a familias afectadas por la pandemia.
“La alcaldía sí combate la desnutrición y de hecho tiene una oficina designada para eso. Organiza reuniones, visita familias y sobre todo gestiona donaciones para llevar a los hogares”, sostiene Porras. “No se descuidan las necesidades de la población por imprimir memorias de labores. Este año se mandaron a hacer por primera vez y es importante tenerlas porque a veces las personas dicen que la muni no trabaja” (sic), agrega.
Acatenango tiene 23 mil 228 habitantes, reporta el Instituto Nacional de Estadística. Está a 28.7 kilómetros de la cabecera de Chimaltenango y el jefe edil es Cornelio Estrada, exconcejal I. Asumió el cargo en octubre de 2021 tras la muerte del alcalde electo, Isaias Marroquín Figueroa, quien para entonces ocupaba el puesto por quinto período no consecutivo.