Entre las promesas de 2022 se encuentra el regreso a educación presencial e híbrida. Por eso, el infectólogo recomienda medidas para cuidar de la salud de los niños en esta etapa.
Por Carmen Maldonado Valle
Mario Melgar es médico y jefe de infectología pediátrica en el Hospital Roosevelt y en la Unidad Nacional de Oncología Pediátrica. Desde 2011 es docente encargado de la maestría y subespecialidad en su rama en la Universidad de San Carlos de Guatemala y es, además, miembro de la Asociación Guatemalteca de Enfermedades Infecciosas (AGEI).
En Guatemala, la fecha oficial de regreso a clases en el sector privado fue el 14 de enero, mientras en el sector público se fijó el 15 de febrero de 2022, de acuerdo con el ministerio de Educación. Ante el inicio de esta etapa, donde se contempla el regreso paulatino a la presencialidad, Ojoconmipisto conversó con Melgar sobre las pautas para prevenir contagios de COVID-19 en los menores y, si se enferman, saber cómo proceder.
¿La COVID-19 afecta de manera distinta a los niños en comparación con los adultos?
Sí. Pueden adquirir también la enfermedad, aunque en la mayoría de los casos de una manera menos grave si se compara con los adultos. Esto no es algo novedoso, porque también sucede con otras enfermedades.
En el caso del coronavirus, cuando un adulto lo contrae es posible encontrar también en él la presencia de padecimientos previos, como problemas en la presión arterial, defensas bajas, entre otros, entonces contribuye a que su cuerpo se sobreponga de forma más lenta.
En los niños, por otro lado, no es tan común encontrar estas afecciones, sobre todo si lleva una dieta sana y tiene actividad física constante. Aun así, no se puede descartar la gravedad porque de hecho se dan muertes de menores por COVID-19.
Es más común la letalidad cuando tiene un sistema inmune deprimido o una enfermedad previa. Por lo general es en los adolescentes en quienes es posible el desarrollo de casos un poco más graves, aunque no sucede siempre.
Si un niño se contagia, ¿cómo se puede contribuir a que su cuadro no se agrave o se recupere con mayor velocidad?
Lo primero es ver como normales el dolor de garganta, mucosidad, fiebre y malestar general. Sí les puede afectar, pero no es necesario darles medicinas prescritas sobre todo en adultos o en otras enfermedades porque no se puede garantizar mejoría en el niño a través de ellas. Algunos ejemplos son la ivermectina o la hidroxicloroquina.
En niños funcionan los medicamentos inyectados y se reservan para casos graves, pero lo común es recetar fármacos para bajar la fiebre, como el acetaminofén o el ibuprofeno. Si hay síntomas respiratorios, se tratará con antitusivos o jarabe para la tos, porque los menores suelen pasar la enfermedad como una gripe.
Si hay diarrea, se recomendará suero. Algunos papás usan antiinflamatorios o multivitamínicos, pero no es necesario.
¿Es posible fortalecer el sistema inmune de los niños para prevenir contagios?
Sí, aunque no necesariamente con suplementos o multivitamínicos. Lo imprescindible es verificar que su esquema de vacunas esté completo y procurar una adecuada alimentación para ellos.
También debemos enseñarles, sobre todo a los más pequeños, a seguir los protocolos de bioseguridad, como lavarse las manos y utilizar de forma correcta la mascarilla.
¿Existe una mascarilla mejor que otras para niños? ¿También se les debería enviar a la escuela con careta?
Los cubrebocas más recomendados son los descartables de tipo quirúrgico. Si ustedes los cortan verán cómo tienen dos capas afuera y una más como filtro. También se recomienda la mascarilla N95, pero es un poco más costosa e incómoda.
La careta es una buena idea, pero no es tan práctica y no debe ser algo obligatorio. Si se usa, lo mejor es darla a niños a partir de los dos años, porque antes de eso podría ocasionarles problemas respiratorios.
¿Ante el alza de casos de coronavirus es recomendable abstenerse de enviar a los menores a clases presenciales?
Mi sugerencia es acoplarnos a lo permitido por el semáforo y no relajar las medidas preventivas. Si pueden ir a la escuela, sugiero dejarlos porque necesitan habilidades de sociabilidad y estas se adquieren sobre todo con los compañeros de estudio.
La virtualidad nos permite estar en todos lados, pero psicológica y emocionalmente también se requiere el contacto presencial. Lo importante es enseñarles a tomar distancia física de los demás pero, a pesar de ello, convivir.
Si se detecta un positivo en el salón, deberá enviarse a casa hasta su recuperación, mientras los demás continúan en clases con mascarilla y ventilación.
La vacunación contra COVID-19 aún no se aprueba en Guatemala para menores de 12 años. ¿Se deben tomar medidas extra de prevención en este grupo?
Seguramente tendremos la autorización pronto, pero mientras llega no debemos preocuparnos demasiado. Insistamos en el respeto a los protocolos de prevención y cuando llegue el momento para inyectarlos, hagámoslo, porque aunque no sean frecuentes las complicaciones por la enfermedad en niños, sí suceden y deben tratar de evitarse.
¿Qué debe exigirse al transporte escolar para reducir el riesgo de contagios en él?
Se debe procurar la mayor separación posible entre los estudiantes y llevar las ventanas abiertas. Además, y esto es también para los carros particulares, se debe evitar el botón de recirculación del aire, porque lo importante es permitir la entrada y salida de las partículas en el vehículo.
¿Hay algún protocolo recomendable para desinfectar a los niños cuando regresen del colegio?
No es necesario quitarles el uniforme, porque las prendas y las superficies no son la principal forma de contagio. Lo importante es pedirles el lavado de manos en cuanto entren a la casa, enseñarles a tirar la mascarilla utilizada durante el día y lavar la careta, si fuera el caso.
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