Este dinero no incide en mejorar los niveles educación y salud en San Andrés Semetabaj, Sololá. La alcaldía creará una dependencia para capacitar a los vecinos.
Por Isaias Morales
En la aldea Las Canoas quienes tienen familiares en Estados Unidos no se realizan chequeos constantes con médicos y su nivel de escolaridad es el mismo de los que no tienen parientes migrantes. Donde se nota la diferencia es en el gasto en vivienda y bienes materiales, como vehículos.
Lo anterior sucede en un poblado de 2 mil 250 habitantes, la comunidad más habitada de San Andrés Semetabaj, Sololá. Así lo confirma un estudio sobre la calidad de vida del lugar realizado por Santos Cuc Morales, especialista en temas migratorios internacionales.
La medición, publicada en 2020, refleja que el destino de las remesas se centra en el consumo y no en mejorar los indicadores sociales de localidad. En esto coindice la municipalidad y, por eso, en los próximos dos meses tiene previsto abrir una oficina de migración para orientar sobre cómo optimizar el empleo de los fondos que envían sus familiares en Estados Unidos.
Según el alcalde Gaspar Chumil Morales el dinero que envían los migrantes se destina para construir viviendas o adquirir bienes como celulares y ropa antes de atender necesidades básicas como educación y salud.
“Por eso queremos darles acompañamiento para que no se utilicen las remesas tanto en consumo sino en generar emprendimientos que permitan un retorno a la inversión y que, en el caso de las construcciones, se garantice su vida útil con por lo menos un seguro”, explicó el funcionario.
La alcaldía incluirá a esta oficina en su Plan Operativo Anual y contará con un presupuesto específico a partir de 2022, pero quiere comenzar sus operaciones en los próximos dos meses con el apoyo de un estudiante de Ejercicio Profesional Supervisado (EPS).
A criterio de Carlos Alvarado, investigador del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales(Icefi), esta iniciativa puede ser de utilidad porque se estima que el 80 por ciento de los familiares de los migrantes no han concluido la escolaridad secundaria y esta propuesta los reforzará en su conocimiento de cómo administrar el dinero.
El especialista acotó que es importante fiscalizar la labor de la oficina municipal que se creará “para que los fondos públicos no sean sujetos de discrecionalidad por parte de la persona que brinde el acompañamiento” a los vecinos.
En San Andrés Semetabaj, donde residen 13 mil 142 personas según el censo de 2018, las remesas representan el 10 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con estimaciones del Índice de Competividad Local (ICL) de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa). Es decir, uno de cada diez quetzales que se generan provienen de Estados Unidos.
Esa medición de 2020 ubica al municipio entre el sexto al noveno puesto de 19 municipios del departamento de Sololá en indicadores sociales como el gasto por persona en salud, escolaridad y combate a la desnutrición.
En este territorio uno de cada 3 jóvenes y niños dejan de estudiar por falta de dinero y los demás lo hacen porque deben trabajar, no los dejan sus familiares o no les gusta, según el Censo de Población y Vivienda de 2018.
“Esta nota es producto del Taller “Periodismo y Migración” que imparte el International Republican Institute (IRI), bajo la coordinación de Laboratorio de Medios, S.A. a periodistas de diversos departamentos de Guatemala. (La asistencia financiera y técnica que el Instituto Republicano Internacional (IRI) otorga para esta actividad es provista por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y es posible gracias al generoso apoyo del pueblo estadounidense.) Los puntos de vista y opiniones expresados en esta nota son de los autores y no necesariamente reflejan la política oficial de USAID o del gobierno de los Estados Unidos”.
