La obra planea recrear el Real Palacio destruido por los terremotos de 1917 y 1918. Aún no se sabe cómo quedará, pero ya hay una denuncia ante el Ministerio Público que pide su demolición inmediata.
Por Carmen Maldonado Valle
En la plaza central de la Ciudad de Guatemala se construye una interpretación del Real Palacio, la sede de Gobierno del siglo pasado destruida por dos terremotos, con el fin de conmemorar el bicentenario de la independencia de España. Hasta el momento la municipalidad capitalina ha gastado Q574 mil 897 en ella.
El monumento se encuentra en la 6ª avenida de la zona 1, entre la 6ª y la 8ª calle, donde se ubicaba el palacio original. De acuerdo con la Asociación Tikal, este albergaba oficinas de la Corona española. Tenía 39 arcos y se elaboró con ladrillo y mampostería.
La edificación nueva, en cambio, se hace de piedra caliza, tendrá un portal y 14 arcos de distintos tamaños, como aparece en los documentos cargados en Guatecompras. La empresa a cargo de fabricar e instalar las piezas es Prefabricados Molina Rodríguez, la cual provee al Estado desde 2010 y a partir de entonces ha firmado contratos por Q902 mil 547.
La compañía fue la única en ofertar y por este servicio cobrará Q395 mil, pagaderos cuando termine la instalación de los bloques. De hecho, antes de colocarlos se hicieron excavaciones en el terreno, las cuales costaron otros Q87 mil 897. Para ello se contrató a la Constructora del Kyrios, proveedora de instituciones públicas desde 2004.
También se pagaron Q47 mil por planear iluminación para la construcción. Cuando esté terminada, Ana Celeste Coutiño Mendizábal, a cargo de esta aparte, también debe elaborar las instalaciones eléctricas.
El plan maestro de este servicio debía contemplar el alumbrado de todos los módulos, la luz en los espacios subterráneos y en caso de ser necesario, la iluminación de vestigios arqueológicos encontrados en el terreno. La alcaldía contempló la posibilidad de hallarlos porque la ubicación de la nueva construcción está en el mismo lugar que el palacio del siglo XX.
Además, se pidió a Coutiño establecer una plataforma hidráulica para mover a las personas de un nivel a otro, así como el diseño de espacios aptos para proyecciones digitales. Por último, debía señalizar las rutas de evacuación e iluminar el reloj a ubicar en la parte superior del monumento, según las especificaciones.
Por otro lado, quien hizo el diseño estructural del monumento fue Diego Castellanos Gutierrez, quien realiza planos, estudios técnicos y consultorías a entidades estatales desde 2009. El último concurso que ganó fue este, con TuMuni.
La comuna pagó Q45 mil a Castellanos. De las siete propuestas, la suya fue la segunda menos costosa y sus obligaciones como proveedor fueron elaborar los planos para garantizar la resistencia del monumento, sus elevaciones y los techos.
Ojoconmipisto consultó a la oficina de comunicación de MuniGuate quién hizo los planos arquitectónicos previos y tras tres días de insistencia, no respondió. Además, se le consultó cuánto costará en total la construcción, en caso de que se planeen más concursos relacionados con él, pero tampoco contestó.
La protesta
A decir de José María Magaña, arquitecto y conservador de monumentos y centros históricos, la construcción de TuMuni no tiene ningún sentido. “Es una recreación sin función alguna y no toma en cuenta los factores urbanos ni arquitectónicos del Centro, por lo cual no aporta al espacio alrededor”.
Por esa razón, el 11 de agosto de 2021 denunció ante la Fiscalía de Delitos Contra el Patrimonio Cultural a los responsables de aprobar la edificación. “La pobreza e inconsistencia de la obra resaltan por los elementos constructivos que carecen de valor conmemorativo y denotan ignorancia de qué es un arco y cómo está conformado. (…) Por eso la considero absurda y fuera de lugar”, se lee en el documento.
Así, solicitó declarar al monumento como atentatorio contra la autenticidad del Centro Histórico y se demuela. De hecho, para poder construir allí se requiere una autorización del Instituto de Antropología e Historia (IDAEH), el cual debe revisar el diseño de toda obra a realizarse en ese sector.
Al preguntar a la municipalidad dónde se podía encontrar esa autorización, tampoco contestó. Mientras tanto, en el IDAEH se pidió información sobre el permiso de la obra, pero en todos los intentos por obtener una respuesta se indicó que no había quién la diera. Después, el personal dio un número telefónico al cual contactar para acceder a esta información, pero al llamar el dueño era ajeno a la institución.
Los trabajos para recrear el palacio continúan. Mientras tanto, ya existe una petición en línea para demoler el monumento. Se solicitaron 500 firmas y hasta el momento se han unido 280 personas a la demanda.