Las composteras son una herramienta para el manejo de la materia orgánica. Te enseñamos cómo tener una en casa o apartamentos sin malos olores ni plagas molestas.

Por Jimena Porres
El Acuerdo Gubernativo 164-2021 obliga a los vecinos a separar su desechos en tres categorías: orgánicos, reciclables y no reciclables. Si bien ya se ha abordado el tema de cómo manejar los reciclables y no reciclables, los desechos orgánicos pueden ser tratados con una compostera casera.
Jeanne Samayoa, cofundadora de HaciendoECO, resaltó la importancia de manejar los residuos orgánicos de forma responsable, ya que estos expulsan gas metano y pueden provocar incendios. Sin un proceso de compostaje se vuelven peligrosos, generan mal olor y atraen plagas.
Luz de María Ramírez, fundadora de Compost Urbano, indicó que para el compostaje doméstico no deben incluirse los residuos de origen animal. “No huesos, no pellejos, no carne cocinada o sin cocinar, ni embutidos”. Este tipo de desechos necesita un tratamiento con temperaturas muy altas y sostenidas, explicó. Son más utilizados en compostajes industriales a mayor escala. El único que sí puede agregarse son las cáscaras de huevo.
El residuo orgánico es el que alguna vez tuvo vida. “Podemos volver a incorporarlo al ciclo de la vida y que regrese a ser tierra”, dijo. Estos incluyen restos de frutas, verduras, cáscaras de huevo, café y té (se cortan las bolsas y se deposita únicamente las hojas).
El compostaje es un proceso de descomposición controlado. “Nosotros replicamos un proceso que existe en la naturaleza” comentó Ramírez. El objetivo principal es reducir la cantidad de residuos que la población manda a los vertederos. “Nos hacemos más conscientes de lo que consumimos, cuánto de eso no es reciclable y solo llena de basura los vertederos”.
Sin malos olores ni plagas
Ramírez recomienda que para iniciar a compostar en casa, los vecinos deben entender sus necesidades. “Piensa en tu casa, qué tipo de dietas llevas, cuántas personas viven contigo, cuánto tiempo tienes para dedicarle, si tienes mascotas y el espacio con el que cuentas”. Con base a esta información se puede elegir el mejor tipo de compostera.
Para hacer una compostera casera se necesita:
- Recipiente de plástico: cajas, botes o cubetas.
- Martillo o taladro: para abrir agujeros debajo del recipiente.
- Plato de plástico: para captar los lixiviados (líquidos que suelta la materia orgánica).
Una vez hecha, los pasos son los siguientes:
- Depositar los residuos orgánicos en el recipiente. Si son residuos muy grandes, cortarlos con tijeras para disminuir su tamaño.
- Mezclarlo con materiales secos. Hojas de árboles secas, restos de poda de jardín, cartón de huevos, aserrín, viruta de madera. Ayuda a contrarrestar la humedad de los residuos y debe doblar en cantidad a los residuos orgánicos.
- Incorporar oxígeno a la mezcla. Girar o remover la mezcla al menos una vez a la semana.
Al llenar la compostera hay que dejarla madurar. “No hay que tocarlo, ni moverlo ni agregarle nada más”, indicó Ramírez. Luego de dos a seis meses el compost estará listo, se vuelve una tierra color café oscuro, casi negro. Debe oler a tierra mojada, no a comida. No es posible reconocer ningún tipo de residuos, solamente semillas de frutas muy grandes. La tierra es fría y su porosidad es más delgada.
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Ramírez señaló que al trabajar con un ecosistema vivo es inevitable la presencia de insectos, pero no cucarachas u hormigas, tampoco roedores. Pasa más cuando las composteras se mantienen abiertas y ubicadas en lugares muy grandes como patios.
“La aparición de insectos nos indica humedad y lo podemos controlar añadiendo más material seco a nuestro recipiente”, dijo. Por eso es importante proteger las composteras de la lluvia. Durante el proceso de maduración disminuirán estas visitas.
Con el tema de los olores, aclaró que el compost no debe oler mal nunca. “Si huele mal es porque agregamos un ingrediente que no debería estar ahí (de origen animal), o porque no la estamos oxigenando”, por eso la importancia de girar la mezcla como mínimo una vez a la semana. Normalmente la compostera huele a tierra mojada, no al bote de basura donde está toda la basura junta.
El resultado es tierra nutrida
Al finalizar el proceso de compostaje, el resultado es tierra con nutrientes. Si las personas tienen jardín lo pueden usar para abonar sus plantas, si viven en un lugar sin jardín pueden utilizarlo con las macetas, o depositarla en cualquier área con grama. “Pueden compartirlo con vecinos, familiares o amigos. Incluso lo podemos vender porque es un producto muy buscado”. El resultado es orgánico y ya no le hace daño a la naturaleza.
Los lixiviados estarán limpios porque no entraron en contacto con otros desechos. Pueden utilizarse para regar plantas, únicamente hay que mezclarlo con bastante agua para diluir los nutrientes que contiene.
“No es tan difícil como lo han pintado”, recalcó Ramírez. Requiere de trabajo y paciencia, así como las demás cosas del hogar. “La estufa, la lavadora, la secadora dependen de nosotros. No esperamos que lo hagan todo”, enumera, requieren de intervención humana para cumplir sus tareas. “Nosotros somos quienes generamos los desechos y por lo tanto deberíamos de manejarlos”, finalizó.