Teculután hace esfuerzos para prevenir embarazos en niñas y adolescentes

01 julio 2016

width="200"Este año se han reportado14 casos, incluido el de una menor de 11 años.

Mónica Villeda

“Son niñas cuidando niños”. Así se expresa Carolina Luna, coordinadora del distrito de Salud Pública de Teculután, Zacapa, quien reportó ya 14 embarazos de niñas menores de edad durante 2016. El más preocupante de los casos es el de una niña de 11 años con seis meses de gestación.

“Los casos preocupan y alarman”, prosigue Luna. “El de la menor de 11 lo reporté ante las autoridades”. La niña cursaba sexto grado de primaria y cuando se le efectuó su última revisión médica, el pasado 29 de marzo. pesaba 123 libras. El violador, según dio a conocer Luna, es un joven de 22 años quien trabaja como mecánico. Ambos están unidos con el consentimiento de sus padres.

El caso está en manos de la Procuraduría General de la Nación. Ivanova Sosa, técnico procuradora de Zacapa, afirmó: “Hasta que no se compruebe por medio de un examen de ADN, el abusador cuenta con presunción de inocencia. El Ministerio Público trabaja en la investigación del caso”.

Con el objetivo de prevenir casos como estos, el Centro de Salud ha desarrollado diversos esfuerzos para prevenir embarazos prematuros, los cuales se dan principalmente en las comunidades de Los Palmares y Oreganal. Por medio del Sistema de información Gerencial de Salud, Sigsa3, que funciona como una hoja de control de embarazos, se sabe que las jóvenes tienen conocimiento de métodos anticonceptivos. El año pasado, 244 jóvenes utilizaron la inyección para contrarrestar embarazos y 39, píldoras.

“Un embarazo prematuro está catalogado de alto riesgo porque las niñas no se encuentran preparadas física y mentalmente. Sufren de baja autoestima y sus cuerpos no están preparados para un parto vaginal. Por otra parte, su mala nutrición es heredada al bebe. Además, sufren de rechazo familiar y social”, amplía Luna.

Como recuerda Yesenia Sandoval, de la institución del Procurador de Derechos Humanos, región Oriente, “el Código Penal establece, en su artículo 173, que quien con violencia física o psicológica, obligue o sostenga una relación con una menor de 14 años, será sancionado con pena de prisión de ocho a doce años”.

La inspectora de Saneamiento Ambiental del Centro de Salud, Mercedes Pérez, explica porque ocurren estos embarazos: “Las niñas tiene poca o ninguna información sobre sexualidad y apenas se comunican con sus padres. O sufren de falta de cariño y pobreza. También influye la imitación de un patrón familiar (mi mamá lo hizo, yo también), y el cariño disfrazado por parte de la pareja”.

“En la mayoría de casos las parejas de las niñas son hombres mayores, casi siempre casados. Esto nos da a entender que las adolescentes buscan llenar un vacío de afecto o protección” expresa, por su parte, la psicóloga Angélica López.

“A los 14 años me embaracé, mi pareja tenía 22. Estaba en segundo básico y no pude continuar mis estudios. Tenía mucho miedo por la responsabilidad. Mi mamá me echó de la casa, hoy trabajo en lo que caiga para poder salir adelante” cuenta Fabiola Cordón de 21 años.

“En la educación está la clave del desarrollo, una mujer, una niña educada tiene poder”, enfatiza la doctora Luna. Dentro del ejercicio de divulgación de información, educación y orientación, el Centro de Salud trabaja programas educativos y brinda charlas informativas sobre salud reproductiva a estudiantes de cuarto, quinto y sexto primaria de las comunidades de los Palmares y El Oreganal.

También trabajan en el fortalecimiento de la Escuela para Padres, estrechar lazos de confianza entre padres e hijos, en miras a mitigar los índices de embarazos en las adolescentes.

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Esta nota es producto del Diplomado «Periodismo, Fiscalización y Transparencia» que imparte el International Republican Institute (IRI) bajo la coordinación de Laboratorio de Medios, S.A., a periodistas de diversos departamentos de Guatemala. (La asistencia financiera y técnica que IRI otorga para esta actividad es provista por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y es posible gracias al apoyo del pueblo estadounidense).

Ana Carolina Alpírez

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