Mantener las jornadas de vacunación, hisopados y rastreo comunitario es parte del trabajo realizado en la cabecera de San Marcos, lo que en ocasiones significa rechazo de la población.
Por Mirna Alvarado
Por tercera ocasión el semáforo de alertas covid-19 marca luz verde, esta vez en dos municipios, la cabecera de San Marcos se repite en ese color, y San Bartolomé Milpas Altas, Sacatepéquez.
Ariel Danilo Rodríguez, director del Centro de Salud de San Marcos, lo atribuye a la anuencia a vacunarse de la población. Según el tablero 88.2 % por ciento de sus vecinos tienen dos dosis. Así también el mantenimiento de las medidas de prevención en espacios públicos.
Una de las estrategias es el rastreo de pacientes covid-19, los equipos de salud establecidos en sus nueve territorios o sectores que cubre el Centro de Salud realizan visitas de campo. “Nuestro personal de enfermería visita los hogares que han tenido casos positivos, han estado en cuarentena y a quienes tienen familiares con enfermedades crónicas. Así los rastreamos”, explicó.
Pero no en todas las comunidades fueron bien recibidos, algunos vecinos de Barranca de Gálvez y San Sebastián, amenazaron a los rastreadores. “Los compañeros se quitaban el uniforme para pasar inadvertidos y cuando hicieron campañas de vacunación se pidió apoyo de la policía”, comentó el director del Centro de Salud.
En mayo pasado fue la primera vez que este municipio llegó a estar en verde, dos meses después se registró un pico que les devolvió a la alerta naranja. Durante ese período se practicaba entre 80 y 100 hisopados diarios cuando la positividad era del 25 %.
En la actualidad realizan alrededor de 40 hisopados diarios con una positividad de 2 %. “Eso nos indica que el impacto de cada brote será menor, creemos que el nivel de personas vacunadas ha ayudado mucho”, refiere Rodríguez.
San Marcos tiene el 88.2 % esquema completo, el 49.1 % el tercer refuerzo y 7.8 % la cuarta dosis, según el tablero. “El refuerzo se le aplica a quienes tienen enfermedades crónicas, ahí varía la edad, pero la mayoría de marquenses han recibido su vacuna”, agregó.
La última ola de covid-19 para este municipio fue en julio, desde entonces no se ha registrado ninguna persona fallecida. “El indicador nos dice que tenemos un 3% de mortalidad, la última persona que falleció tenía insuficiencia renal, una enfermedad crónica, no fue muerte directa por covid-19”, aseveró Rodríguez.
Desde 2020, la cabecera lleva 8 mil 964 casos acumulados, de los cuales 8 mil 313 se recuperaron y 149 fallecieron.
El portavoz de la comuna, Víctor Montoya, afirma que bajar a verde en el semáforo de alertas es resultado de acciones implementadas a través de las coordinadoras locales de reducción de desastres. Desde la continuación de las campañas de sensibilización, el uso de mascarilla, las jornadas de vacunación y la colocación de lava manos en el mercado y otros puntos del municipio.
“En junio se realizó un concierto por la feria de San Pedro, el municipio vecino, tuvimos el repunte de casos, entonces se pidió de nuevo que en los lugares de congregación se continuara con el uso de mascarillas y la toma de temperatura”, dice Montoya.
En abril celebran la feria patronal, pero por prevención no hubo festejo. “En la medida de lo posible hemos tratado de controlar la realización de eventos masivos, incluso las actividades patrias fueron reducidas”, enfatizó Montoya.
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