El INVO es uno de los institutos utilizado como centro de votación.[/caption] La integración de la Junta Electoral Departamental de Quetzaltenango es considerada excluyente. Por Claudia Lepe Ninguno de los integrantes de la Junta Electoral Departamental (JED) de Quetzaltenango es mujer. Tampoco indígena. Luis Felipe Díaz es el presidente; Adolfo Galindo, el secretario; Raúl Muñoz, primer vocal; Luis Fuentes, segundo vocal; y Luis Recari, vocal suplente. La composición de la junta no ha variado en años. “Es una tradición que sean los mismos en cada proceso electoral. Luis Felipe Díaz ocupa el cargo desde 1998”, dice Juan Herrera, delegado departamental de Quetzaltenango del Tribunal Supremo Electoral (TSE). Antes de que Díaz fuera nombrado presidente de la JED de Quetzaltenango, el cargo fue ocupado por Carolina de Rebordelo. “No recuerdo que algún indígena haya integrado la junta”, añade Herrera. Édgar Racancoj, de la Red Departamental contra el Racismo y la Discriminación en Quetzaltenango, considera que el sistema electoral es excluyente. “Es una muestra de que no hay representación indígena y femenina en ese órgano y que hay poco interés en lograr la inclusión. También es muestra de que no podemos esperar que una mujer indígena participe en ese espacio”, explica. María Elisa Ixtabalan, diputada al Parlamento Centroamericano, también manifiesta su descontento. “Las mujeres representamos mas del 50 por ciento de la población y los pueblos indígenas somos una gran mayoría en todo el departamento”, advierte. El TSE cuenta con un fondo rotativo de Q7.8 millones. De ellos, Q1.1 millones serán destinados a Quetzaltenango. La cifra es cinco veces la del departamento de Quetzaltenango.
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