El Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) realizó el monitoreo. A las municipalidades que no cumplen les impondrán una multa administrativa.
Por Jimena Porres
Con motivo de proteger el lago de Atitlán, el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) creó el Reglamento de Descargas de Aguas Residuales en la Cuenca del Lago de Atitlán en 2011. Dicho acuerdo fija los parámetros para la descarga de líquidos residuales a cuerpos receptores del lago de Atitlán de forma directa o indirecta. En la última inspección realizada determinaron que las 15 alcaldías examinadas no lo cumplen.
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Las aguas residuales son aquellas generadas por servicios públicos, privados, industriales y domésticos, como los sanitarios o el lavado de ropa. Si estas no son tratadas, los cuerpos de agua que las reciben son contaminados. El reglamento contemplaba la construcción de plantas de tratamiento para que el agua que llegara al lago de Atitlán no lo contaminara, solo 10 municipalidades de 15 lo cumplieron.
Las alcaldías de Santiago Atitlán, San Marcos la Laguna, Concepción, Santa Cruz la Laguna, San José Chacayá, Sololá y Santa Lucía Utatlán sí cuentan con plantas de tratamiento. Sin embargo, el MARN determinó que no todas las descargas pasaban por estas, así que el agua contaminada igual llega al lago. En el caso de San Marcos la Laguna, su planta desagua directamente a este.
Por su parte, San Antonio Palopó cuenta con unidades de tratamiento de aguas residuales que no funcionan. Este municipio tiene nueve descargas directas al lago.
Los parámetros
La hidróloga Sharon Van Tuylen explicó que los parámetros sirven para establecer el tipo y la cantidad de sustancias que llegan a los cuerpos de agua.
- Grasas y aceites: sustancias de origen graso. Incluyen tanto los domésticos (aceites de cocina) como los industriales (combustibles o hidrocarburos).
- Demanda Biológica de Oxígeno (DBO5): cantidad de oxígeno que las bacterias y otros microorganismos necesitan para degradar la materia orgánica y biodegradable presente en el agua en un lapso de cinco días. Entre más alto el valor hay más materia orgánica presente, que significa agua más contaminada.
- Demanda Química de Oxígeno (DQO): mide la porción de oxígeno necesario para degradar tanto materia orgánica, como inorgánica presente en el agua. Entre más alto el valor, hay más materia presente.
- ·Sólidos suspendidos: conjunto de partículas sólidas suspendidas en el agua, que no logran disolverse. Influye en la transparencia y la penetración de la luz en el agua. Entre más alto el valor significa que hay mucho arrastre de sedimentos residuales de cualquier origen.
- Nitrógeno total: evalúa la cantidad de nitrógeno que puede entrar al medio ambiente proveniente de aguas residuales. Sirve como nutriente para plantas, algas y fitoplancton.
- Coliformes fecales: bacterias de origen fecal. Su presencia en cierta cantidad indica contaminación por heces.
- Color aparente: es la turbidez y los sólidos en suspensión. Mide la coloración del agua debida tanto a sustancias disueltas como a partículas en suspensión. Entre más oscuro sea el color en el resultado, significa más contaminación.
Consecuencias para el ambiente y población
“Llega un momento en que la naturaleza tiene cierta capacidad de autodepurarse, pero si la contaminación es tal ya no puede hacerlo”, explicó la hidróloga. Los contaminantes alteran el proceso natural que tienen los ecosistemas.
Entre estas alteraciones está la presencia de nitrógeno que predice una situación similar a la del lago de Amatitlán. “Hay mucha disponibilidad de alimento para estos organismos”.
El cuerpo de agua puede sufrir un proceso de eutrofización (crecimiento descontrolado de fitoplancton, consume el oxígeno del agua y altera el ciclo natural del cuerpo de agua). Puede llevar a la muerte de peces y otras formas de vida acuática, degrada totalmente el ecosistema y con ello los beneficios que puede brindar para la naturaleza y la humanidad.
Además afecta la salud y el bienestar de las personas. “Muchos municipios se abastecen de agua del lago”, comentó Van Tuylen. Si está sucia puede generar enfermedades en la población.
También tiene inferencia en la economía local ya que hay personas que dependen de la pesca para su sustento. “Si el ecosistema se degrada, pierden esas oportunidades de desarrollo económico”.
Más allá de una multa
El MARN informó que impondrá una multa administrativa a las 15 municipalidades que no cumplieron con el reglamento. Sin embargo no especificaron el monto ni si requerirán de subsanaciones.
Van Tuylen recomendó que estas fueran acompañadas por un manejo integral de la cuenca. Además responsabilizar a las municipalidades de su mandato. “Están obligadas al saneamiento de sus municipios, o sea, que igual tienen que construir las plantas de tratamiento”. No basta con que las construyan, también debe dárseles mantenimiento y monitoreos constantes.
Por otra parte, la rendición de cuentas de la ciudadanía. “La sociedad civil debe ser más participativa para exigir la limpieza a las municipalidades”.
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