En los siguientes dos meses las comunas decidirán cuánto utilizarán el próximo año. Proyectan que la crisis sanitaria reducirá al menos un 14% sus finanzas.

Por Isaias Morales
Los 340 concejos municipales del país se preparan para discutir cuánto aprobarán de presupuesto para 2021, un año que se verá afectado en la caída de los ingresos provocada por la pandemia y porque el 80% de los alcaldes que dirigen los municipios son nuevos y otros regresan al cargo tras estar ausente uno o más períodos.
Según la Dirección de Asistencia a la Administración Financiera Municipal (Daafim) del ministerio de Finanzas, las comunas deben realizar como mínimo cuatro pasos para dar el aval de cuántos fondos necesitarán cada año.
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Planificación:
En esta etapa las corporaciones identifican cuales son las necesidades de la población, los objetivos y el período en que se realizarán las inversiones. Este proceso lo realizan con la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplan) que a su vez coordina con el ministerio de Finanzas Públicas para orientar a los jefes ediles en qué áreas invertir, según la Ley Orgánica del Presupuesto.
Segeplan determina el tipo de proyectos a priorizar de acuerdo a las Normas del Sistema de Inversión Pública (SNIP) 2021. Estas establecen los lineamientos a seguir, por ejemplo, que todos los proyectos deben orientarse hacia alguno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y a los cinco ejes de la Política General de Gobierno de Guatemala.
De acuerdo con Marvin de León, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Municipalidades (Anam), para el próximo año las alcaldías no podrán presentar proyectos que sean para subsidio y conservación en las comunidades. Ahora solo podrán hacerlo con los términos de referencia de “apoyo”, según lo establecieron las nuevas normas de SNIP.
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Formulación
El Manual de Administración Financiera Integrada Municipal (MAFIM) del ministerio de Finanzas menciona que este proceso está a cargo de la Dirección Municipal Financiera (Dafim) y la Dirección Municipal de Planificación (DMP). En esta fase deberán incluir el presupuesto por cada dependencia y programas lo más desagregado posible.
Para ello, según el Código Municipal, deben tener en cuenta los ingresos que planean recaudar; la capacidad de endeudamiento y pago; la programación del gasto, incluido cómo pagar los préstamos adquiridos; y coordinar con el Consejo Departamental de Desarrollo (Codede) sobre qué proyectos solicitar.
Para financiar estos proyectos las comunas deben basarse en cuánto recaudarán de ingresos, los cuales en su mayoría provienen del cobro al Impuesto Único Sobre Inmuebles (IUSI), aportes del Gobierno (Situado Constitucional e IVA-Paz en su mayoría), transferencias (de entidades nacionales e internacionales), donaciones, préstamos, cobro por arbitrios (ornato) y tasas de alumbrado, entre otros.
En esta discusión, según el artículo 132 del Código Municipal, pueden participar las organizaciones sociales y comunitarias que también pueden pedir qué proyectos incluir.
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Presentación
Este anteproyecto debe ser discutido la primera semana de octubre y, de ser necesario, realizar las distintas modificaciones en los siguientes dos meses como plazo límite. Esto lo presenta el alcalde ante el concejo y el ministerio de Finanzas.
Al consultar a la cartera, esta explica que su función se centra en asesorar de forma técnica a las municipalidades y no en aprobarles el presupuesto. La única intervención que tiene, dice, es en la Comisión del Cálculo Matemático para asignar los fondos del Situado Constitucional a las 340 municipalidades, instancia en la cual la Anam tiene representación junto a Segeplan.
Esta es la fase en la que se encuentran actualmente las alcaldías, pero tienen una dificultad. Según Marvin de León, para el próximo año los finanzas municipales se reducirían un 14% causado en buena parte por la baja recaudación tributaria de este año.
Por esta razón empezaron a cabildear ante diputados de distintas bancadas porque Finanzas propone transferirles Q765 millones menos, una cifra que se explica porque la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) proyecta que se dejarían de percibir un 12 por ciento menos de impuestos, lo cual afectará a las finanzas municipales.
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Aprobación
Este paso se realiza tras las modificaciones que la municipalidad realice al proyecto de presupuesto. De no aprobarlo se utiliza el mismo del año anterior, algo que ocurre con el gobierno central cuando el Congreso no lo aprueba al finalizar noviembre.
En el caso de los gobiernos locales este proceso debe realizarse antes del 15 de diciembre de ese año.
Según la Anam al menos un 30% de las 340 comunas se han acercado para pedir apoyo, aunque no solo son municipalidades nuevas, sino también reelectas. Esto porque el proceso está a cargo de los directores de la DAFIM y DMP.
“Por ejemplo, el director de la DMP de Pachalum estuvo en Huehuetenango antes, el de la DAFIM de Huehuetenango ahora está en Tectitán, y el de Tectitán se fue a Sipacapa”, dice Marvin de León.
Por su lado, la Comisión Presidencial de Asuntos Municipales (Copresam), creada en este gobierno para apoyar a los alcaldes, no ha recibido ninguna solicitud de las comunas para orientarlas en cómo realizar estos anteproyectos. Esta entidad prevé coordinar con Segeplan más capacitaciones en cómo elaborar estos proyectos, ya que ocho de cada diez alcaldes son nuevos y buscar apoyarlos en elaborar los presupuestos.