Un préstamo pactado hace más de 20 años comprometió, hasta ahora, a cinco gobernantes locales a realizar pagos mensuales. Vencerá hasta 2029 y no hay certeza de cómo se usaron los fondos.
Por Carmen Maldonado Valle
La municipalidad de Catarina, San Marcos, tiene un préstamo vigente con el Instituto de Fomento Municipal (Infom) por Q14 millones 568 mil 852 para infraestructura. Quien lo negoció ya no es jefe edil, pero heredó el compromiso a sus sucesores.
De acuerdo con el Infom, la comuna solicitó fondos para construir un acueducto valorado en Q14.5 millones. En ese entonces el artículo 110 del Código Municipal aún permitía a las corporaciones acordar plazos de pago sin importar si la fecha de vencimiento excedía sus cuatro años en la administración.
“Esto pasó en los 90”, sostiene Fulbio Pérez, el alcalde actual, aunque no sabe el año exacto. Durante la década completa el jefe edil fue Elmer Medardo Cruz González Navarro. “En 2004, Miguel Ángel Jerez, (el nuevo gobernante local) ya estaba ahogado por los pagos y llegó a un acuerdo para reducir la tasa de interés al menos. No sé cuál era la anterior, pero la nueva es del 10 por ciento”, añade.
El presupuesto de 2021 de la comuna de Catarina es de Q20 millones 913 mil 572, provenientes del aporte estatal e ingresos propios. La cuota mensual para saldar el crédito es de Q250 mil, explica Pérez, con el fin de saldar la cuenta lo más pronto posible. Al año son Q3 millones y se deducen del aporte constitucional.
Además, dice, no se sabe si el acueducto se hizo. La edificación puede estar debajo de la tierra, pero no lo han investigado por falta de presupuesto.
“Cuando un alcalde se endeudaba más allá de su período, comprometía al siguiente sin consultar o prever necesidades futuras. Por eso se incluyó entre las reformas al Código Municipal. También se les prohíbe ahora hacer préstamos para pagar otras deudas”, sostiene Marvin De León, director Ejecutivo de la Asociación Nacional de Municipalidades (Anam).
A decir de Fulbio Pérez, las complicaciones no solo se reflejan en la reducción de fondos para otros proyectos, sino también en lo administrativo: “Se deduce la cuota del situado, pero el Infom no se entera en automático. Nosotros debemos adquirir las constancias, iniciar el trámite con ellos y luego obtener nuestros recibos para asegurar la reducción de la deuda”.
Para él, el Instituto le ha cerrado las puertas a su municipio porque el año pasado intentó renegociar con ellos el crédito para reducir un poco más la tasa de interés. El Infom, dice, le negó esa posibilidad porque desajustaría su presupuesto en ese caso.
Para el economista, Ricardo Barrientos, lo ideal sería dar la posibilidad a las alcaldías para obtener préstamos grandes aunque sobrepasaran su período porque permitiría ejecutar proyectos con mayores beneficios para la población.
Aun así, “esta reforma no se hizo a ciegas. Proviene del abuso, no solo por comprometer a sus sucesores sino porque a veces las obras quedaban a medias, entonces es mejor no volver a dar esa oportunidad”, reconoce.
¿Quién aprueba los préstamos?
El Infom es una institución autónoma creada en 1957. Su función es asistir de forma técnica, administrativa y financiera a los gobiernos locales, según se lee en su ley orgánica. Por esa razón, puede otorgarles préstamos destinados a iniciativas para impulsar el desarrollo de las ciudades.
El Instituto recibe el 0.07 por ciento del Presupuesto General de la Nación, equivalente este año a Q59 millones 523 mil 647. Además, obtiene ingresos por donaciones, mora por cuotas sin pagar por parte de las comunas e intereses en los créditos, de acuerdo con su Plan Operativo Anual (POA).
Los préstamos a otorgar no pueden tener una tasa de interés superior al 8 por ciento. De acuerdo con la oficina de comunicación de la entidad, 2020 fue el año con más dinero otorgado a las alcaldías, con Q239 millones 846 mil desembolsados.
