Comenzó en 2018 y lleva ya 7 mil hogares de colonias y condominios de varias zonas donde separan la basura y así acostumbrarse a reciclar.
Por Mirna Alvarado
El programa denominado “Orgánico e inorgánico”, inició en abril de 2018 en la cabecera de Quetzaltenango. Consiste en separar los residuos de los hogares: “En algunas colonias los vecinos nos pidieron llevar capacitaciones para la correcta separación de la basura”, indicó Juan Carlos Díaz, director de Servicios Ambientales de esa municipalidad.
En 2019 pasaron de condominios a colonias, 23 hasta el momento, siempre y cuando estas no estén en lugares abiertos o públicos como mercados y zonas comerciales. Este plan piloto logró en 2020 que unos 7 mil hogares se involucraran.
“Aun estamos en fase de prueba, porque todavía falta que el programa se implemente en los lugares abiertos como la Democracia, La Terminal, Parque Benito Juárez, el Parque Central y hogares aledaños al Centro Comercial de la Zona 1”, añadió Díaz.
Este año se sumaron cinco propietarios de almacenes ubicados en el sector de La Democracia zona 3. “Tomaron la iniciativa y creemos que es un avance en el tema de reciclaje para la conservación del medio ambiente. Hace unos días recogimos cartón, papel, duroport, vidrio y plástico e inmediatamente lo llevamos a la recicladora en zona 2”, manifestó Díaz.
Los desechos orgánicos se lo llevan a una cooperativa de vecinos agricultores del Valle de Palajunoj donde los convierten abono.
Para 2022, la dirección de Servicios Ambientales pretende ampliar el programa con dos camiones recolectores de lunes a viernes para desechos orgánicos y reciclables. “Esta semana recibimos un nuevo camión, el personal es suficiente y creemos que es cuestión de logística para lograr el objetivo”.
Cada día recolectan 200 toneladas, martes y jueves hasta 240 toneladas debido al movimiento en mercados. Para las fiestas de fin de año, la basura aumenta hasta 280 toneladas diarias. “Por esa razón no descansamos ni en Navidad y Año Nuevo. El camión recorrerá las rutas habituales para evitar la acumulación”, agregó.
El ambientalista y profesor universitario, Jesús de León Wannam, el plan de reciclaje de la municipalidad es positivo como primer paso, sin embargo para lograr llegar a toda la ciudad, se debe reforzar la educación ambiental.
“Se debe trabajar mucho en la parte social, los vecinos especialmente en las áreas comerciales, aun no entienden la importancia de la separación de la basura y de los beneficios que podemos obtener”, refiere De León.
Agregó que la municipalidad debe considerar los residuos sólidos como una fuente de financiamiento, la venta masiva de material reciclable y la creación de cooperativas agrícolas para utilizar los residuos orgánicos en abono, así el programa podrá ser auto sostenible.
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