Ni la municipalidad ni la Conred quieren asumir los gastos de mantenimiento de las instalaciones abandonadas.
Por Oscar de León
Durante la administración del exalcalde de Quetzaltenango, Jorge Barrientos Pellecer, se aprobó construir un albergue temporal (NOG 4296613), justo meses antes de dejar el puesto.
La obra dio inicio el 26 de abril de 2016 cuando el nuevo jefe edil, Luis Grijalva, tenía tres meses al frente de la comuna, y se recibió en diciembre de ese mismo año. Desde entonces, la municipalidad no ha querido hacerse cargo del pago de luz, agua y pago de personal de mantenimiento de dichas instalaciones.
Allan Reth, delegado departamental de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), asegura que ellos no pueden administrar el albergue de manera permanente porque tampoco tienen los fondos necesarios. “En este casos sería la Secretaría de Obras Sociales de la Esposa del Presidente (SOSEP) la que debería administrarlo”, sugiere.
Ya perdieron donaciones en equipo y utensilios de cocina ofrecidas por la ONG Comprometidos con el desarrollo del área rural del altiplano occidental de Guatemala (Cedepem), a través de cooperación internacional, por no estar habilitado.
Por estos días, cuando más desciende la temperatura en el altiplano y personas buscan un lugar donde pasar la noche, en las instalaciones del albergue crece maleza y lleva polvo por estar en el abandono.
Por no tener un lugar, la Gobernación Departamental, Conred, Sosep y la municipalidad habilitan dos albergues, en los cuales la Fundación Remar Guatemala (Rehabilitación de Marginados) recibe a las personas indigentes.
De acuerdo con Reth, suelen atender entre cinco y ocho personas diarias.
El edificio costó Q930 mil y la obra estuvo a cargo de la Constructora Comprosegua que ha recibido adjudicaciones desde 2010 que suman Q62 millones 529.
Tiene capacidad para que 40 personas puedan dormir, cuenta con cuatro habitaciones: un ambiente para hombres, uno para mujeres, uno para familias, cocina y comedor, la pila y baños para los usuarios.
Las instalaciones serían utilizadas no solo para la temporada de frío sino para albergar a cualquier personas afectada por algún desastre natural durante todo el año.