En cinco municipios las remesas superan lo que generan con su producción local

05 febrero 2025

Chajul, Quiché, encabeza la lista con un 169.71 %. Dependen de las remesas en más del 100 % de su PIB, según el Banco de Guatemala.

Remesas: Vuelo de migrantes irregulares retornados a Guatemala desde los Estados Unidos de América.
Vuelo de migrantes irregulares retornados a Guatemala desde los Estados Unidos de América. Foto: US Embassy Guatemala.

Por German Carranza

El envío de remesas es clave para la economía de los municipios guatemaltecos. En 2023, según datos del Banco de Guatemala recopilados por Fundesa, 40 localidades recibieron remesas equivalentes a más del 50 % de su PIB. De estos, cinco superaron el 100 %, lo que significa que el dinero que reciben del extranjero es mayor que el valor de su producción local.

Chajul, Quiché, encabeza la lista con una dependencia del 169.71 % de su PIB en remesas. Le siguen San Cristóbal Acasaguastlán, El Progreso (146.75 %), San Pablo La Laguna, Sololá (108.24 %), San Martín Jilotepeque, Chimaltenango (106.42 %) y Playa Grande Ixcán, Quiché (102.20 %).

Los municipios con mayor migración

Según el Índice de Actividad Migratoria de Guatemala (IAMG), uno de cada 12 hogares recibe remesas y en uno de cada 20 vive una persona que ha migrado. Los municipios con mayor intensidad migratoria están en Huehuetenango, Quetzaltenango, San Marcos y Chiquimula.

Índice de Actividad Migratoria 2024 por municipio.
Índice de Actividad Migratoria 2024 por municipio. Imagen: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). 

En total, 2.1 millones de guatemaltecos en el extranjero envían dinero a 1.7 millones de hogares. Beneficia directa e indirectamente a 6.5 millones de personas.

Los municipios que reciben más remesas 

Los departamentos que reciben la mayor cantidad de remesas son: Guatemala (26.2 %), Quiché (8.9 %), Quetzaltenango (7.0 %), Huehuetenango (5.8 %) y San Marcos (5.1 %).

Menor rendición de cuentas

Las remesas no solo benefician a las familias, sino también al gobierno. Al aumentar el consumo, crecen los ingresos tributarios, lo que permite incrementar el gasto público. Sin embargo, esto también puede debilitar la calidad de las instituciones.

Según Ralph Chami y Connel Fullenkamp, los hogares que reciben remesas sienten menos el impacto de la corrupción, por lo que es menos probable que exijan cuentas a las autoridades. A su vez, los funcionarios tienen menos presión para justificar sus acciones.

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German Carranza

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