En Guatemala se destinan fondos a las ciudades de los vivos y de los muertos. No son composturas menores, pues este año requirieron millones de las arcas municipales.
Por Carmen Valle
Morirse no significa dejar de ser vecino, sino mudarse a un nuevo barrio: el cementerio local. Para permanecer allí también se paga una cuota, la municipalidad brinda servicios, se reciben visitas y en ocasiones se requieren remodelaciones. Estas costaron Q18 millones en 2023.
Este año 29 alcaldías invirtieron en ampliar, remozar o arreglar sus cementerios. Una de las primeras en hacerlo fue la de Zaragoza, Chimaltenango donde, así como con los vivos, debieron tomarse medidas preventivas en el camposanto para evitar desastres durante la temporada de lluvias.
Según los dueños de terrenos en el lugar, hasta mayo de 2023 las calles de ese cementerio eran de terracería y durante las lluvias el agua se estancaba sin cauce. Esto provocaba la formación de charcos en las orillas de los mausoleos y debilitaba sus cimientos, entonces pidieron al alcalde adoquinar las calles.
Ese trabajo costó Q899 mil 970 y se pagó a Esvin Samuel Antonio Morales Charuc, el único en ofertar. Él representa a la constructora Morales en San José Poaquil, la cual brinda sus servicios a instituciones públicas desde 2017 y a partir de entonces obtuvo contratos valorados por un total de Q42.7 millones.
En Esquipulas, Chiquimula, también se requirieron trabajos en el cementerio. Se hizo un muro perimetral porque se encuentra a la orilla de la calle y los vecinos temían que fuera inseguro, dice el líder comunitario, Isaías Peralta. Costó Q71 mil 362 y el proveedor a cargo fue Corporación Redmas.
Las comunas con más gastos en cementerios fueron las de San Pedro la Laguna (Sololá) con Q1 millón 80 mil, la cabecera de San Marcos con Q1 millón 199 mil 300, San Bartolomé Jocotenango (Quiché) con Q2 millones 813 mil, Santa María Visitación (Sololá) con Q2 millones 868 mil 200 y Amatitlán con Q2 millones 948 mil 800.
A decir del concejal IV de Amatitlán, Luis Sánchez, esta es la tercera ampliación del cementerio durante la administración actual. Desde la llegada de la pandemia aumentó la demanda de nichos y deben construir más: “Hubo muchos entierros de vecinos y al morir por esta enfermedad se prepararon los cuerpos de una forma distinta, la cual impide exhumarlos dentro de pocos años. Ahora construimos más lugares para enterrar porque los espacios ocupados no se liberarán pronto”.
Este es el año con más gastos en remozamientos de cementerios desde 2020. En ese entonces los alcaldes gastaron Q15 millones 794 mil 94. En 2021 fueron Q12 millones 863 mil 429; en 2022 gastaron Q2 millones 796 mil 862 y en 2023, Q18 millones 180 mil 952.
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Por Mirja Valdés
Mirja Valdés
Quetzalteca que estudió Técnico en Periodismo y Licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la Universidad de San Carlos. Reportera y editora en varios medios. Me gusta lo que hago. También los gatos 🐈.