En este municipio ser jefe edil puede traer beneficios, incluso después de haber fallecido. El concejo aprobó pagar los servicios fúnebres de todos los alcaldes que mueran.
Por Carmen Maldonado
En este año, la municipalidad de El Progreso, Jutiapa, se hizo cargo de los gastos del servicio funerario del exalcalde Haroldo Salguero Teo que ocupó de 1996 a 2004. Este se celebró el 10 de marzo en el domo y para ello contrataron el paquete más caro de Funerales Nueva Esperanza.
La factura de Q25,000 cubrió los trámites, una caja importada, floreros, música y comida para 200 personas. De acuerdo con el propietario, Ernesto Reimundo, la alcaldía le pidió un servicio por ese monto.
Según el acta municipal 41-2018, que el 17 de abril de 2018 normó el compromiso de ayudar a los familiares con los gastos funerarios, “sufragar el costo de la inhumación de los exalcaldes que al fallecer carecen de los medios económicos suficientes para ello” es un “acto humanitario”.
El documento aclara que se puede gastar un máximo de Q25,000, siempre y cuando una trabajadora social contratada por la municipalidad realice un estudio socioeconómico y determine que la familia no cuenta con el dinero suficiente par pagar el entierro. Sin embargo, en este caso, el concejo obvió este requisito y ordenó pagar por todo.
María de Najarro, vecina de El Progreso, asistió al velorio de Salguero organizado “como debe ser”. Según ella, el servicio incluía un homenaje, un ataúd de madera con la bandera del municipio encima, arreglos florales grandes, tamales para todos los asistentes y pan dulce para la madrugada. “También había banda, porque aquí no se puede morir nadie sin música”, añade.
Los trabajadores aportan al Plan de Prestaciones del Empleado Municipal (PPEM) un porcentaje de su salario y la municipalidad otro para su plan de retiro. Este incluye una indemnización por vejez, invalidez y/o muerte, y en el caso de los alcaldes, aplicará solo para aquellos que se inscriban.
En estos casos, los jefes ediles deben solicitarlo por escrito durante su gestión y autorizar un descuento del 7 por ciento de su salario, en tanto que la alcaldía aporta un 10 por ciento. Cuando se retire recibirá lo acumulado. El acta 41-2018 suma un beneficio adicional, cubrir los gastos de inhumación.
En vida, hermano, en vida
Marvin Enrique Zepeda es alcalde de El Progreso desde 2008, este es el cuarto período que gana con el Comité Cívico Progresano. Durante su gestión se aprobó que la municipalidad cubra el velorio y entierro de todos los alcaldes. Lo tiene sin cuidado que el concejo dijera que es para aquellos no pueden pagar un entierro.
“A todos se les va a asignar ni más ni menos que Q25,000 para sus servicios funerarios, sin importar su condición social, por el gran servicio que prestaron”, agrega.
La municipalidad, explica, no solo ayuda a los jefes ediles con los gastos, sino a cualquier vecino que lo necesite: “Yo tengo una funeraria (Funerales Los Ángeles) y cuando sé de alguna familia que no puede pagar la caja de su difunto, se la regalo. Si no tengo yo, se adquiere en otro lugar”, afirma.
En el portal Guatecompras se encuentran los registros de las contrataciones con la funeraria Nueva Esperanza. A unos les da el servicio funerario completo y a otros solo el ataúd. Al cuestionar a Zepeda sobre cómo determina que la familia no tiene posibilidades para pagar el funeral, responde que tampoco hace falta hacer demasiadas averiguaciones “porque quién mejor que uno para conocer la situación de todos los vecinos”.
Ocho años de servicio
Wilfredo Haroldo Salguero Teo fue profesor en El Progreso, Jutiapa, hasta que comenzó su carrera política. En 1995 ganó las elecciones como alcalde con el partido Frente Revolucionario Guatemalteco y cuatro años después fue reelecto. Su período se caracterizó por construir el mercado municipal en 1997 y por la manifestación de 2001 en su contra, cuando los vecinos exigieron su renuncia por el alza al precio del agua potable.
En las últimas elecciones fue candidato a diputado con el partido Semilla, pero no obtuvo el cargo. En marzo de 2020 falleció de un infarto y se convirtió en el primero en usar el beneficio que la municipalidad se comprometió a dar a todos los alcaldes que mueran.
Al igual que Salguero, Zepeda no está sujeto al PPEM, por lo que no se le hace ningún descuento mensual para pagar en el futuro alguna prestación. Sin embargo, no debe preocuparse por contratar un servicio funerario ni un nicho en el cementerio porque la municipalidad se encargará de ello.