Más mujeres en el padrón no implica más candidatas

11 mayo 2019

Las mujeres son mayoría en el padrón electoral de 2019, así como lo fueron en 2011 y 2015. Representan el 53.8 por ciento.

En 1945 se le permitió votar a las mujeres, pero solo a las que sabían leer y escribir. El sufragio universal llegó hasta 1965. Foto: Patricia Ramírez

 

Por Patricia Ramírez

 

Las mujeres son mayoría en el padrón electoral de 2019, así como lo fueron en 2011 y 2015. De acuerdo a datos del Tribunal Supremo Electoral, de los 8 millones 149 mil 793 personas aptas para votar, 4 millones 386 mil 509 son mujeres, lo cual representa el 53.8 por ciento.

En Guatemala pudieron votar por vez primera en 1945, sin embargo, el derecho se restringía a quienes podían leer y escribir. El sufragio universal data de 1965.

Pero, aunque sean mayoría en el padrón, en el momento de postularse a cargos de elección su presencia es significativamente menor. Este fenómeno, según el “Análisis de participación electoral de las mujeres” publicado por la Revista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES) de diciembre de 2017 ,“obedece a la cultura política enmarcada en el patriarcado”.

El documento señala además que las mujeres “enfrentan una serie de obstáculos a su participación política. Entre ellas reacciones hostiles, condiciones de trabajo incompatibles con responsabilidades familiares y la existencia de redes dominadas por hombres”.

Este análisis también hace referencia a que las mujeres encaran “tres tipos de desafíos políticos: el primero está relacionado con la falta de acceso a los espacios informales de toma de decisiones y construcción de acuerdos; el segundo, con las dificultades en el acceso a financiamientos para campaña y los condicionamientos por parte de los financistas; el tercero, con las actitudes machistas de los actores políticos”.

En tanto, el estudio sobre “Realidad y Desafíos de Mujeres” publicado por Naciones Unidas en 2013, resalta que “los estereotipos que van desde los actos individuales y familiares, hasta leyes y estructuras e instituciones jurídicas y sociales, frenan la participación de mujeres ladinas e indígenas en contiendas electorales”.

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El boletín del Registro Nacional de las Personas (Renap) del 7 de marzo de 2019, asegura que hasta esa fecha hay registradas oficialmente 9 millones 932 mil 416 mujeres. Los departamentos donde más mujeres hay son Guatemala, Quetzaltenango, Chimaltenango, Escuintla y Jutiapa.

Por ahora el TSE no cuenta con el registro oficial de mujeres postuladas a cargos públicos en las próximas elecciones porque, aunque según la oficina de información la inscripción de candidatos se cerró, el proceso de análisis continua debido a los recursos de amparo interpuestos.

En 2015, el 54 por ciento del padrón eran mujeres, y hubo 4 mil 551 candidatas (18 por ciento del total). Sin embargo, el TSE resalta que muchas eran para cargos suplentes.

El politólogo Juan Carlos Guzmán coincide con las teorías de patriarcado y estereotipos que se marcan en este tema. Opina que la difusión “en espacios académicos sobre los derechos femeninos ha contribuido a que algunos hombres acepten que hay igualdad”. Pero lamenta “que en el área rural la situación sigue enmarcada en el machismo y por eso muchas veces no se postulan y tampoco acuden a las urnas”.

Aun así, ve con optimismo que en 2011 “había mayoría de mujeres en el padrón y por primera vez una guatemalteca ganó la vicepresidencia (Roxana Baldetti), eso es algo que a muchos les cuesta reconocer, porque ella ahora enfrenta procesos penales”.

También aplaude que en el presente, “hay tres mujeres aspirantes a la presidencia, aunque tienen impedimentos legales. Lo curioso en este punto, es que según las encuestas la gente confía más en ellas y le darían su voto por honestas”.

Geidy de Mata, coordinadora del Instituto de Problemas Nacionales de la USAC observa “avances”, pero recuerda que la sociedad guatemalteca “todavía administra una estructura machista, por eso la mujer duda de sus capacidades”.

En el ámbito político “ha sido muy baja la participación en los comicios y el acceso a cargos públicos, no obstante en estas elecciones vemos más interés de participar a nivel de presidencia y otros puestos, incluso hay tres candidatas que aunque no está clara su situación, ahí están en la lucha”.

Para De Mata la ausencia de las mujeres al ejercer el voto y en cargos públicos insiste “en la cultura machista que prevalece en el país, generalmente las mujeres no tenemos esa solidaridad o no identificamos la importancia de generar espacios de participación en toma de decisiones”.

Sin embargo, ve progresiva la situación porque “poco a poco esa mentalidad se va transformado. Si analizamos el panorama de hace cuatro años, participaron mujeres, pero en el presente es distinto, hay mayor presencia femenina lo cual demuestra un cambio”.


«Esta nota es producto del Diplomado “Periodismo Político y Electoral” que imparte el International Republican Institute (IRI), bajo la coordinación de Laboratorio de Medios, S.A. a periodistas de diversos departamentos de Guatemala. (La asistencia financiera y técnica que el Instituto Republicano Internacional (IRI) otorga para esta actividad es provista por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y es posible gracias al generoso apoyo del pueblo estadounidense.) Los puntos de vista y opiniones expresados en esta nota son de los autores y no necesariamente reflejan la política oficial de USAID o del gobierno de los Estados Unidos”.