Alonso Gaspar Juan, alcalde de Concepción Huista, Huehuetenango, quiere reactivar proyectos para combatir la escasez del líquido.
Por: José Bernardino Francisco
JBF –¿Desde cuando se sufre de escasez de agua en Concepción Huista?
AGJ–La falta de agua en este municipio data de 40 años.
–¿Cómo se obtenía el agua antes?
–Los habitantes extraían el agua en pozos que construyeron los antiguos pobladores de Concepción Huista. Otros iban a los ríos cercanos y la acarreaban en tinajas. En los años sesenta, gracias al apoyo de Cuerpo de Paz, se desarrolló un proyecto de agua potable que utilizaba alcantarillados pero solo duró veinte años.
–¿Por qué?
–Creo que como consecuencia del cambio climático. La fuente disminuyó y debido a la altura y el aumento en la cantidad de habitantes ahora es mucho más difícil que el agua llegue al pueblo.
–¿De dónde venía el agua que alimentaba a ese proyecto?
–De una fuente de Llano Coyot, en el municipio de Todos Santos Cuchumatán.
–Cuando este proyecto dejó de funcionar, ¿qué otras acciones se tomaron para resolver la falta de agua?
–Se intentó resolver este problema en 1992 cuando se introdujo un proyecto que consistía en dos pulgadas de agua por segundo, pero no solucionó el problema. Se pretendía que el agua viniese de la la comunidad de Onhlaj pero por la altura, nunca llegó. Y a partir del año 2000, cuando fui alcalde, se desarrolló otro programa con el apoyo de la Unión Europea y Fonapaz. Fue una solución temporal. En 2005, por la sobrepoblación, regresó el problema de escasez.
–¿Qué consecuencias tiene la escasez de agua en el municipio?
–Mala salud de nuestros habitantes, especialmente en la niñez. Muchos padecen de diarrea y vómitos. Además algunos se han visto obligados a emigrar a otros pueblos cercanos.
–¿Cada cuánto tiempo reciben agua los vecinos?
– Esto depende de la ubicación. Unos la reciben una vez a la semana. Otros dos veces y al resto no le llega. Dependen de los manantiales que existen en la periferia del pueblo.
–¿Qué soluciones se han buscado?
–A finales del periodo del alcalde Pascual Escobar López, en 2010, se gestionó un nuevo proyecto de agua potable de Q8 millones por medio de Koika, la Agencia de Cooperación Internacional de Corea. Este tuvo que haberse ejecutado en los últimos cuatro años, pero la constructora encargada abandonó el proyecto, ya que por la altitud se vieron imposibilitado de llevarla a cabo.
–¿Se ha logrado retomarlo?
–Sí. Al tomar, de nuevo, posesión de este cargo, junto con el Concejo discutimos que el agua potable es la prioridad así que solicitamos el apoyo de Koika de nuevo para poderlo concretar a finales de este año.
–¿Se aprovechará el caudal del Río Azul?
–Así es. Se extraerá del caudal del río Azul con una medición de 6 a 8 pulgadas por segundo, los cuales se bombearán a un tanque de distribución construido en el cantón Unión, en la periferia de la cabecera municipal. Este río queda a dos kilómetros de la cabecera municipal.
–¿Cuántos podrían ser beneficiados de este proyecto?
– Se espera beneficiar a 10 mil habitantes del casco urbano.
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Esta nota es producto del Diplomado «Periodismo, Fiscalización y Transparencia» que imparte el International Republican Institute (IRI), bajo la coordinación de Laboratorio de Medios, S.A. a periodistas de diversos departamentos de Guatemala. (La asistencia financiera y técnica que el IRI otorga para esta actividad es provista por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y es posible gracias al apoyo del pueblo estadounidense).