Balam, el colectivo de San Raymundo que combate incendios

18 diciembre 2024

Los integrantes de Balam apoyan los esfuerzo que otras entidades, como Diprona y Conap hacen por su cuenta para mitigar incendios.

La sede del colectivo Balam está ubicado en Mercado de San Raymundo. Los rescatistas forestales hacen su trabajo de forma voluntaria. Foto: Diana Fuentes

Por: Diana Fuentes

En los bosques de San Raymundo, en el departamento de Guatemala, un grupo de rescatistas con pocos intrumentos y recursos se enfrentan, cada cierto tiempo, a un desafío: combatir los incendios forestales que amenazan la biodiversidad en la región central del país.  

Balam, una organización sin fines de lucro, busca constantemente a jóvenes que les interese unirse a suequipo de bomberos forestales voluntarios. Entre ellas figura Nayeli Chavac, una joven de 19 años que desde hace un lustro dedica su vida a proteger la naturaleza. 

“Llevo cinco años dentro de la brigada”, dice. Chavac conoció a Balam cuando estaba en el segundo curso. “Llegaron al instituto a dar una charla, me llamó la atención y me inscribí.  A partir de ese momento, decidí enfocarme en ayudar a otros. 

Agusto Pivaral, jefe de sección de personal de la División de Protección a la Naturaleza de la Policía Nacional Civil (Diprona) explica: “Tenemos solo 725 agentes en todo el país y 60 personas capacitadas para combatir incendios forestales”. Además, resalta que los recursos son escasos y organizaciones como Balam fortalecen el trabajo que realizan. 

Según Jaime David López, coordinador de la Brigada de Rescate de Montaña Balam, entidades como el Consejo  Nacional de Areas Protegidas (Conap) no tienen oficinas en San Raymundo. 

“Empezamos a operar en 2014 de forma oficial, pero desde 2010 hicimos ya campamentos de supervivencia y poco después nos creditamos como bomberos forestales”, cuenta.

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El colectivo Balam con su sede en el mercado de San Raymundo en el cuarto nivel. Por lo general, cuando tienen una misión que cumplir se reúnen en este sitio y caminan por pendientes o suelo que se desliza, hasta 5 horas para llegar a incendios en Sacatepéquez. 

Falta de coordinación          

A pesar de los esfuerzos que hace Balam, que en la actualidad tiene 20 integrantes, a López le preocupa la falta de coordinación que existe entre entidades para combatir incendios forestales. “Es necesario tomar conciencia de que esto se trata de desarrollar esfuerzos conjunto entre instituciones gubernamentales, organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil”. 

Sin embargo, relata como ellos en algunas ocasiones han tenido que recurrir a la PNC para poder llegar a los lugares en los que se les necesita.  “A veces son ellos los que nos llevan en sus vehículos. Otras, son los mismos dueños de los terrenos que se incendian y nos llevan en sus carros. Nos hemos ido en moto, en bicicleta o hasta corriendo para atender las emergencias y los incendios”.

Algunos integrantes del colectivo Balam tienen problemas en los ojos por largas horas de exposicion al fuego, pero eso no les impide hacer su trabajo. 

“Lo hacemos por proteger nuestra casa, el planeta. No hacemos nada extraordinario. Creo que todos los guatemaltecos deberíamos tomar conciencia de donde vivimos y cuidar nuestro territorio”, resalta López. 

Al recordar incidentes en los que se ha visto involucrada, Chavac recuerda con orgullo “cuando logramos apagar el fuego que se acercaba a la casa de una familia. Salvamos su hogar. Ha sido de lo más satisfactorio”, cuenta. 


Esta nota es producto del Diplomado Fundamentos de la Conservación de la Naturaleza, apoyado por la Fundación Luis von Ahn y Defensores de la Naturaleza, coordinado por Laboratorio de Medios. Los autores son los responsables del contenido.

Beatriz Colmenares

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