Una plaga se dispersa por los árboles de Guatemala: el muérdago. Puede controlarse si se detecta a tiempo pero si no, sus consecuencias llegan hasta los ciudadanos.
Por Carmen Valle
¿Has visto árboles “moribundos” en la capital o en Mixco, sobre todo? Varias plagas en el departamento de Guatemala pueden ser las causantes, pero una llama la atención de los especialistas: el muérdago. Si no se detiene, es cuestión de tiempo para terminarlos.
La Ciudad de México tenía árboles en sus calles, de los cuales ahora casi no hay rastro. La plaga del muérdago acabó con ellos y, por lo tanto, con sus beneficios para las personas. Llegó ó a Guatemala hace dos décadas a través de aves migratorias, las cuales aún la dispersan a través de ingerir la semilla y defecarla en otro cultivo.
¿Qué es esta plaga?
El muérdago, al ser una planta parásita, penetra poco a poco la corteza de los árboles. Absorbe su agua y nutrientes, los hace vulnerables ante insectos y enfermedades, y en casos severos puede provocar su muerte. “No llega rápido a esa fase, pero solo se detecta por observación y tarda alrededor de un año en hacerse visible”, explica el fitopatólogo, Gustavo Álvarez.
Álvarez pertenece a la Facultad de Agronomía de la Universidad de San Carlos (FAUSAC). En ella, supervisó una tesis donde se evaluó el impacto del muérdago en la capital. La autora, Analucía Cano, encontró que la especie más afectada son las jacarandas, los árboles que recuerdan a los guatemaltecos la llegada de la cuaresma.
Según Cano, en las zonas 1 y 2, encontró que 27 de cada 100 árboles estaban infestados; en la zona 4 eran 14 de cada 100; en la zona 10 fueron 56 de cada 100; y en la zona 9 contó 60 de cada 100. “La pérdida de árboles provoca cambios en el paisajismo y la fuente de oxígeno. Por la falta de conocimiento y comunicación no existen planes de manejo adecuado para esta plaga urbana”, señala.
No son los únicos lugares. A decir del fitopatólogo, el muérdago (o “matapalo”, como suele llamarse en Guatemala) también sucede en las zonas 11, 12, 14 y 25. Incluso Mixco tiene una infestación alta.
La planta no solo afecta a las jacarandas. Su impacto llega a los árboles de aguacate, los cultivos de café y los de macadamia. Hasta ahora no puede controlarse por medio de químicos, sino a través de la poda de ramas infectadas, pero para eso deben localizarse.
Más allá del muérdago
El “matapalo” no es la única plaga, señala Álvarez, porque también hay un hongo que crece en la base de los árboles. Mata sobre todo a jacarandas y eucaliptos y casuarinas, y pudre la planta por completo.
El hongo se propaga a través de esporas y se manifiesta tras dos o tres años de la infección. Es el responsable de la muerte de las jacarandas de la zona 10, pero el especialista también lo detectó en la Calzada Mateo Flores, la colonia Primero de Julio y en Villa Nueva. Según él, su entrada al país pudo suceder a través de la importación de productos para medicina natural.
“Descuidamos las plagas, pero en realidad deberíamos adelantarnos, porque la Ciudad de México se quedó sin árboles y ahora tiene problemas de agua y temperatura. Los árboles aportan sombra, oxígeno, ayudan a la recarga hídrica. Debemos controlar el problema”, asegura.
Cómo contribuir
Tú también puedes ayudar a contener la plaga. En la municipalidad de Guatemala existe la oficina de parques y áreas verdes, encargada de detectar esto. Si ves árboles con posible infestación (similar a las imágenes de esta nota), puedes enviar un correo con fotografías a parquesyareasverdes@muniguate.com y se programará una visita técnica para podarlos.
Estas iniciativas también se dan en otros países. México, por ejemplo, convocó a las personas bajo la frase “rompe el romance con el muérdago y salva la vida de los árboles de la ciudad”. Con ella, informa a la población sobre la plaga y cómo reportarla.
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