Los habitantes diversifican sus cultivos para no quedarse sin ingresos mientras llegan las cosechas y sus plantaciones ayudan al suelo a no desgastarse.

Por Carmen Maldonado Valle
Nebaj está a 80 kilómetros de Santa Cruz del Quiché, la cabecera departamental. Ocho de cada diez habitantes son pobres y la principal actividad económica es la agricultura pues la mitad de las tierras se usan para esto, de acuerdo con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés).
En este municipio se siembra sobre todo frijol y maíz, los cuales pueden tardar hasta diez meses en cosecharse según el tipo. “Mucha gente quiere seguir con esta ocupación porque sabe hacerlo muy bien, pero algunos sufren durante ese período, sobre todo si no tienen reservas porque entonces tampoco hay productos para vender”, cuenta el jefe edil, Virgilio Bernal.
La municipalidad solicitó asistencia a USAID para aprender a mejorar la economía agrícola y a partir de esto se hizo un estudio donde se identificaron las áreas de terreno con mayor posibilidad de tener cultivos exitosos con árboles frutales, los cuales toman menos tiempo de siembra y la cosecha abunda durante más meses en comparación con el maíz y el frijol.
En el último año la alcaldía compró 23 mil 57 plantas de este tipo para entregar a los agricultores con parcelas pequeñas y medianas. La primera adquisición ocurrió en septiembre de 2021, cuando se requirieron 500 matas de ciruela, 500 de limón persa, 1 mil de melocotón y 1 mil 500 de aguacate Hass.
Costaron Q69 mil 500 y las proveyó Mario Fernando Montepeque Martínez, cuya propuesta fue la más barata. Aunque no ganó, él también ofertó para la segunda entrega, donde se buscaba adquirir otras 1 mil 500 plantas de aguacate Hass, 1 mil 667 de melocotón y 6519 biopegones forestales. En esta ocasión la adjudicada fue la agropecuaria Popoyán que facturó Q68 mil 331.
Esta empresa también abasteció a la municipalidad en julio de 2022 con 1 mil 500 matas de aguacate Hass, 1 mil 866 de melocotón Salcajá, 3 mil 5 de aliso y 3 mil 454 de pino por otros Q58 mil 241. A decir del jefe edil, la cantidad de plantaciones adquiridas ha aumentado porque al ver la velocidad del cultivo de las primeras familias, otras solicitaron a la institución inscribirse a este proyecto.
Tras anotarse, las personas no son aceptadas en automático para la entrega de árboles. Según el coordinador de la oficina de recursos naturales, Enrique Calel, los técnicos agrícolas y forestales de la alcaldía acuden a las tierras de las familias solicitantes y las estudian para determinar si son aptas para producir cosechas exitosas.
Entre las características a tomar en cuenta están los microclimas alrededor del terreno, el tamaño, la humedad, la luz y la temperatura, y si son favorables se les admite. Tienen mayores posibilidad de entrar si se encuentran en una microcuenca, porque el segundo objetivo del proyecto es aumentar la proliferación de árboles para captar más agua y evitar la erosión del suelo.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, sistemas agroforestales como estos favorecen a la protección de los recursos naturales porque aumentan la cobertura de áreas permeables para devolver agua al acuífero y mantienen la humedad del suelo. Además, este aumenta su vida útil porque a mediano plazo se vuelve más fértil.
“Hemos visto casos en Zacapa donde por no captar agua y recuperar el suelo a tiempo, la gente ya no puede sembrar y se empobrece o debe migrar. Con esto, los vecinos no solo pueden generar ingresos sino también alimentarse de los frutos”, añade Bernal. En Nebaj, 61 de cada 100 niños en primer grado tienen algún nivel de desnutrición, reporta el último censo nacional de talla.
La iniciativa ha beneficiado a las familias de 260 productores residentes en las microcuencas de los ríos Sichel, La Planta, Súmala y Acul y la cantidad de plantas otorgada depende del tamaño del terreno propuesto por cada familia y su nivel de experiencia. Tras la entrega, los técnicos acuden a las parcelas para enseñar a los habitantes a tener siembras eficientes y luego van al menos una vez al mes a supervisarlas y resolver dudas.
El alcalde prevé más entregas de sistemas agroforestales, aunque las fechas dependerán del tiempo necesario para estudiar las tierras de los nuevos solicitantes. Mientras tanto, la oficina municipal de migraciones incorporó a su oferta de capacitaciones un curso sobre injertos de árboles frutales para introducir al tema a los interesados en integrarse a este tipo de cultivo.