En promedio, en cada uno de los últimos diez años se autorizaron nueve instituciones de este tipo. A partir de 2020, esta cifra se cuadruplicó.
Por Carmen Maldonado Valle
Desde la llegada de la COVID-19 a Guatemala, el ministerio de Salud admitió 92 centros de velación en todo el país. En 2020, hubo 47 y hasta el 27 de octubre de 2021 se inauguraron otros 45. Esto supera a los 90 abiertos de 2010 a 2019.
En Asunción Mita, Jutiapa, se aprobaron dos funerarias en 2020. En el lugar se han confirmado 2 mil 748 casos de coronavirus y 55 personas fallecieron por esa causa. A decir del alcalde, René Francisco Guardado, por no ser un lugar muy grande las muertes “se notan porque todos se conocen”. Y no hubo ningún mes del año pasado en que no se supiera de pérdidas familiares.
A la fecha, su municipio ocupa el segundo puesto en inmunización contra la enfermedad en el departamento, con la mitad de la población con al menos la primera dosis. “Aquí creemos en el beneficio de la vacuna porque estamos cansados de lo virtual. En el último mes no enterramos a nadie por COVID-19 y se lo debemos a la inyección”, agrega.
Mientras tanto, En Baja Verapaz se abrieron 12 capillas de velación nuevas en 2021. Allí, entre marzo de 2020 y el 27 de octubre de 2021 se diagnosticó a 4 mil 867 habitantes con el virus y 140 de ellos murieron.
En su caso, dice el director del área de Salud, Carlos Lix, los fallecimientos “asustaron a la gente porque las personas suelen ser longevas”. Como en Asunción Mita, él también ve una disminución de los decesos a partir de la administración del biológico: “No todos quieren inyectarse porque hay desinformación, pero sí acude gente a los puestos. Llegamos a las comunidades lejanas y, cuando les explicamos a los mayores cómo esto puede prolongar los años con sus nietos, muchos acceden”.
Ellos abrieron la inmunización a partir de los 18 años al menos dos meses antes de la generalización de esta orden en el país, con el fin de ahorrar recursos en los viajes del personal de salud a los caseríos alejados. Cuando terminen con la aplicación de primeras dosis a quienes estén dispuestos a recibirlas, continúa Lix, se hará un “barrido” y se volverá a preguntar a quienes no quisieron si cambiaron de opinión.
Los departamentos donde se inauguraron más funerarias a partir de 2020, además de Baja Verapaz, son Guatemala con 23, y Quetzaltenango con diez. De hecho, los dos últimos son quienes ocuparon los primeros sitios en exceso de muertes por la pandemia el año pasado, según el epidemiólogo, Kevin Martínez Folgar.
El exceso de muertes, sostiene el médico, es un aumento en el promedio de decesos en comparación con los de los últimos años. El tercer lugar donde se detectó este problema fue Escuintla.
“Son sitios urbanos donde la gente está más expuesta al virus. En comunidades alejadas no se vio un impacto tan grande el año pasado, pero ahora se comienza a ver y eso demuestra una contención inadecuada de la enfermedad”, explica.
Además , hubo muertes posiblemente causadas de forma indirecta por el coronavirus, debido a las dificultades para acceder a servicios de salud, las restricciones de movilidad para acudir por tratamientos, el cierre de consultas externas, entre otros motivos.
“En las ciudades también hay una tendencia a tener más pacientes con enfermedades crónicas. Pasar mucho tiempo en el tráfico, por ejemplo, o la contaminación ambiental pueden predisponer a alguien a padecer diabetes o hipertensión”, añade.
A la fecha, el ministerio de Salud reporta 14 mil 928 fallecidos por COVID-19 en el país y 5 millones 266 mil vacunados al menos con la primera dosis, entre ellos 194 mil 876 menores de edad. Según presidencia, la cartera se reabastecerá con biológicos para ellos a partir del 15 de noviembre.
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