A pesar de la pandemia, Chivarreto tendrá su espectáculo de peleas en Semana Santa

29 marzo 2021

Esta tradición reúne a los vecinos de la aldea totonicapense desde hace al menos un siglo y solo se canceló en 2020. Este año, aun con el aumento de contagios en el país, se llevará a cabo.

Letras ubicadas en la entrada de la comunidad. Sus integrantes la llaman «la pequeña Hollywood». Foto: Twitter / Chivarreto de Corazón.

Por Carmen Maldonado Valle

“Aquí conmemoramos el Viernes Santo a puñetazo limpio”, se ufana Cristóbal Hernández, vecino de Chivarreto, una aldea ubicada en San Francisco el Alto, Totonicapán. Se refiere a la tradición de reunirse en el campo de fútbol para ver a dos hombres de peso similar pelearse ese día después de las 3:00 de la tarde. El año pasado se canceló a causa de la pandemia, pero planea retomarse en esta Semana Santa.

El boxeo (o pelea) de Chivarreto se originó como una forma de penitencia para compartir el dolor de Jesús en la Pasión, cuenta José Hernández que vive en el lugar. “Cada año van unas 3 mil personas, porque hay espacio en el campo de fútbol –donde ocurre la batalla–. Se pide a los peleadores estar sobrios, pero de vez en cuando llegan algunos con un par de tragos encima”, continúa.

Los competidores no pueden usar guantes, esa es la regla principal. Desde el inicio del espectáculo hay cuatro mediadores con la responsabilidad de observar y determinar quién es el ganador (quien no caiga al suelo). La participación es voluntaria y no se cobra por ella, pero tampoco se ofrece una recompensa a quien venza a su oponente.

En 2020, las disposiciones presidenciales no permitieron a los ciudadanos pasear durante la semana mayor, entonces por primera vez se canceló la pelea. Este año, con 101 casos acumulados de coronavirus y nueve muertos al 22 de marzo, San Francisco el Alto la retomará al no existir la prohibición de movilidad.

De acuerdo con Miguel Maldonado, alcalde auxiliar de Chivarreto, van a transmitir la pelea por redes sociales para que no asista mucha gente, “pero a quienes lleguen se les va a recibir y deberán pagar Q20 por entrar”. El dinero recaudado cada año, aclara, se entrega al comité encargado de la reparación de caminos para pavimentar las calles de terracería.

Maldonado agrega que se tomarán todas las medidas de bioseguridad porque se exigirá a los asistentes el uso de mascarilla, se les dará gel antibacterial y no se permitirá la entrada de personas con fiebre. Aun así, no todas estas normas aplicarán para quienes suban al cuadrilátero: “Les vamos a medir la temperatura, pero no van a usar mascarilla porque no aguantarían. Necesitan aire”, asevera el alcalde auxiliar.

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Por otro lado, el jefe edil de San Francisco el Alto, José Gómez, sostiene que la municipalidad no puede prohibir estas actividades porque los responsables son los alcaldes comunitarios. “El líder de Chivarreto debe decidir si es conveniente, pero no nos podemos meter en sus resoluciones porque él sabe qué es mejor para su comunidad”, añade.

El semáforo de alertas se implementó en julio de 2020. Desde entonces, los reportes del ministerio de Salud reflejan que San Francisco el Alto ha pasado por todos los colores, menos el verde. Aun así, desde el 13 de noviembre se encuentra en amarillo, lo cual significa que los contagios no superan al 14 por ciento de la población tamizada.

Miguel Maldonado no prevé aglomeraciones: “La gente se debe cuidar y lo sabe, además el área de salud nos ayudará a tomar la temperatura de quienes asistan”. Sin embargo esperan no atraer un repunte de contagios en su comunidad.

El director del área de salud, Mario Champet, niega que el alcalde haya solicitado ayuda para esta actividad. Y agrega: «de todos modos no lo apoyamos porque no está aprobado por el ministerio (de Salud). Produce aglomeración de personas y ahora no es el momento adecuado para eso».

El municipio

San Francisco el Alto se encuentra a 16 kilómetros de la cabecera de Totonicapán y tiene 65 mil 521 habitantes, según el Censo 2018. El índice de competitividad local elaborado en 2020 por la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa) lo sitúa en el puesto 107 de 340 municipios evaluados, y refleja que sus principales dificultades son la capacidad de innovación y el acceso a servicios de salud de calidad.

Por otro lado, como detalla la Agencia de Cooperación para el Desarrollo de los Estados Unidos de América (USAID, en inglés), sus principales actividades económicas son la confección de ropa y la producción de textiles. Es uno de los sitios a donde migran los habitantes de municipios vecinos con el fin de encontrar empleo.

El alcalde es José Manuel Gómez García, llegó al cargo por primera vez en las elecciones de 2019 con el partido Vamos. Ganó con tan solo 50 votos de diferencia frente a su oponente Narciso Chaj, representante del partido Podemos.

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