Aunque una municipalidad diga a sus empleados que deben asistir a diario a rezar u orar, esto es ilegal en Guatemala por ser un Estado laico.
Por Carmen Valle
La municipalidad de Parramos, Chimaltenango, envió el 2 de abril de 2024, una circular a sus trabajadores para recordarles su deber de rezar a diario antes de empezar la jornada. Esto, sin embargo, no es legal ni puede sancionarse a quien decida no acatar la orden.
El texto enviado al personal se divide en dos partes. Según la primera, cada día todos deben llegar a la alcaldía 15 minutos antes de su horario laboral. La segunda, por su parte, resalta cómo “es indispensable la asistencia de todos a las oraciones que se realizan antes de empezar a laborar sin importar el credo de cada uno”.
Estas obligaciones se justifican con la supuesta creación de un ambiente donde se fortalezca la convivencia y el compañerismo, además de permitirles iniciar el día con espíritu positivo. En tanto, llegar antes busca garantizar la puntualidad, dice la municipalidad.
¿Los empleados tienen obligación de rezar en la municipalidad?
De acuerdo con el abogado de servicio civil, Jorge Andrino, la Constitución Política de la República de Guatemala no obliga a desarrollar actividades religiosas y no se da primacía a ningún credo sobre otro. Además, el artículo 156 exime de seguir órdenes cuando estas son ilegales.
Tampoco se puede solicitar a las personas llegar a su empleo antes del horario laboral, explica. En cualquiera de estos casos, si un empleado no cumple con la orden, no hay sustento legal para reprenderlo.
La nota de la municipalidad dice que quien no acate, será sancionado si no tiene excusa válida. Esto lo justifica con el “artículo 51”, pero no dice de qué ley o reglamento. En cualquier caso, explica Andrino, una orden ilegal no se convierte en legal por incluirse en una norma interna, pues aún contradice a la Constitución.
“A veces no se incluye la palabra ‘obligación’ en estas actividades, pero los empleados acuden, no porque quieran, sino porque cuando invita es el jefe, sienten la presión de ir para no perder su trabajo”, sostiene el abogado. Esta nota está firmada por Sheny Sal, encargada de recursos humanos, y Amílcar Suy, el alcalde.
Cuando se envió este aviso, Ojoconmipisto acordó una entrevista con la encargada de recursos humanos. Se llamó a su oficina a la hora prevista y la secretaria dijo en tres ocasiones que estaba ocupada. La cuarta vez, ella llamó de vuelta y se negó a dar declaraciones, pues el único autorizado para eso era el jefe edil.
Suy, por su parte, respondió y preguntó de qué se trataba la entrevista. Al explicarle, solicitó ser contactado más tarde. Al hablarle en el horario acordado, no volvió a contestar.
Este es el primer período de Amílcar Suy al mando. Ganó el cargo en 2023 con el partido Cabal con el 36 % de los votos.
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