La desarrolladora edifica un residencial nuevo, pero sus trabajos afectaron al terreno contiguo y quienes viven al lado debieron desalojar por el riesgo de derrumbe.
Por Carmen Valle
Rancho Verde es un condominio ubicado en Fraijanes, Guatemala. En los años noventa, una persona decidió comprar allí un terreno de diez manzanas cuyo fin sería, como él lo describe, “aportar un pulmón al país. Buscaba tener un sitio con flora donde se respirara aire puro”. En octubre de 2022, sin embargo, eso cambió, porque un día llegó y casi la mitad del lugar estaba destruida por tierra proveniente de otro sitio.
Entre las plantaciones en estas diez manzanas se encontraban cipreses, cafetales y una especie brasileña. “Un día vine y al menos cuatro manzanas estaban destruidas, porque la tierra que movió la inmobiliaria para sus casas se arrastró hasta mi terreno. Botó el cerco, enterró los árboles y tapó el río que pasa por aquí”, cuenta el dueño. Él y el resto de vecinos prefirieron no ser identificados por recomendación de sus abogados al estar en medio de un proceso legal.
Según él, Finca Madrid S. A. (la empresa a cargo) empezó a botar la tierra y al principio no afectaba a su propiedad, pero con el movimiento del río y la época de lluvia, esta se arrastró. Así, recorrió el 40 % del lugar y poco a poco llega hasta el terreno siguiente, donde sí se encuentran casas.
A su paso, la tierra no solo arrasó con la naturaleza, sino también cubrió dos pozos que se abastecen de La Perla, el riachuelo que fluye por allí. Uno conduce agua al inmueble afectado y se hicieron los trabajos de limpieza en él. El otro distribuye el recurso al resto del residencial y aún tiene objetos ajenos consigo. Cuando el fontanero abre las llaves, el agua sale amarilla y con tierra.
Cuando empezó el problema, los vecinos no veían una respuesta por parte de los responsables y el 31 de diciembre se reunieron en la alcaldía con el delegado de Destino Arrazola, el condominio construido por Finca Madrid. A esta, según el acta municipal 32-2022, asistieron todos los involucrados, excepto el representante de la empresa por estar fuera del país.
En el documento se lee cómo el personal de Destino Arrazola acepta su responsabilidad, ofrece disculpas y promete reparar el daño causado. Además, la Coordinadora Municipal para la Reducción de Desastres (Comred) dejó constancia del riesgo que corrían los pobladores por una posible avalancha y por lo tanto debían desalojar mientras la situación se resolvía.
Tres meses más tarde, el lugar continúa con plantaciones soterradas, raíces arrastradas, árboles talados y quemados, con el río por debajo, y con los propietarios del inmueble cercano en otro sitio, pues no pueden regresar a su casa por el temor a quedar soterrados.
El ir y venir con autoridades
Gerson Lucas, el portavoz de la comuna, asegura que la institución está al tanto de lo sucedido, pero como Rancho Verde decidió administrar sus propios servicios y no entregarlos a la municipalidad, esta solo funge como mediadora entre las partes y no puede intervenir más.
“La empresa debía tramitar licencias para realizar más movimientos y llevar a cabo medidas de mitigación. Construyó un nuevo cauce para el río, entregó los papeles y movió la tierra en el inmueble ajeno”, dice Lucas. Tras verificar el cumplimiento de esto, la entidad dijo no tener más competencia.
Al visitar el lugar, sí existe el nuevo cauce y la cantidad de tierra disminuyó en la propiedad aledaña, pero el río no pasa por allí (sino al lado, donde aún está cubierto) y aún no se retira toda la tierra arrastrada. “Tal vez queda un poco, unas cuatro camionadas, pero al menos ya se avanzó y se retiraron los cientos restantes”, justifica Lucas.
Al preguntarle si la alcaldía se pronunciará respecto a las consecuencias del arrastre, como la cobertura de los pozos, dijo no tener conocimiento sobre ello. Además, explicó, al no ser un condominio entregado a la comuna por parte de los desarrolladores, es responsabilidad de los vecinos la distribución de los servicios básicos y su calidad. La municipalidad no se encargará.
A decir de los vecinos, también se intentó contar con una inspección de la jueza de asuntos municipales, pero cuando la solicitaron se les negó con el argumento de que no había carro donde ella pudiera transportarse para llegar al lugar. Estos, entonces, acudieron a la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) y cuando llegaron los representantes de esta, ellos asistieron para explicar la situación.
“Mientras caminábamos por la propiedad, por casualidad nos topamos con una sorpresa. El personal de Finca Madrid caminaba en el terreno vecino junto a la jueza. Para venir con ellos no le hizo falta el carro”, agrega el dueño del lugar afectado.
En Rancho Verde, la tierra sigue húmeda y hay lugares donde se puede observar cómo el agua nace desde abajo, donde según los pobladores pasa el río. Este no es el mismo lugar donde la compañía hizo el nuevo cauce. Mientras tanto, existen denuncias en contra de la empresa ante el ministerio de Ambiente y el Ministerio Público por este caso, además de un informe en proceso por parte de la Conred.
Para esta nota se intentó contactar a Finca Madrid a través de un número telefónico disponible en internet, pero no se obtuvo respuesta. Se preguntó a la parte afectada si tiene algún otro teléfono al cual se pueda acudir y solo dijo “ellos no van a contestar”.