Con una población de 25 mil habitantes, este territorio de Quetzaltenango resulta atractivo para los candidatos.
Por Mirna Alvarado
Alcaldes indígenas de la comunidad de Xecaracoj lanzaron una convocatoria abierta para que los candidatos a la alcaldía se presentaran al salón comunal el 4 de junio. De los 27 inscritos que aspiran a dirigir la comuna de la cabecera departamental de Quetzaltenango, solo acudieron cinco.
En la cita estuvieron quienes se postulan por Creo, Vamos, Azul, Valor-Unionista y Victoria: en su Jorge Roberto Soto, María del Rosario Paz, Susana de Paz, Patrick Gramajo y Julio Cesar Quemé.
“Ofrecen plantas de tratamiento con el apoyo internacional o de la mancomunidad. También hablan de construir pozos de agua potable, reforestar áreas de recarga hídrica y pavimentar caminos, pero eso ya lo hemos escuchado antes”, aseguró Vicenta López, vecina del Valle del Palajunoj.
Y es que los habitantes del Valle del Palajunoj desconfían de la clase política. La promesa incumplida del alcalde Juan Fernando López de dejar sin efecto el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), desató el descontento en 2022 al grado de declararse en asamblea permanente por más de 70 días.
La resistencia incluyó manifestaciones en las afueras del palacio municipal, en la entrada del valle, bloqueos a los camiones de basura y la interposición de recursos legales. Hoy, algunas personas que participaron en el movimiento integran planillas municipales como Lorenzo Nimatuj Acabal, exalcalde indígena, quien se postula como concejal tercero de la UNE.
En 2019, López ganó con 13 mil 551 votos, la mayoría del Valle de Palajunoj.
Población agrícola
La población del Valle de Palajunoj es indígena y se dedica a la agricultura.
Aurelia Xicará y su esposo, Jacinto Alonso, se dedican al cultivo de zanahoria y cebolla. De los cuatro hijos de la pareja, los dos mayores migraron hace cuatro años a Estados Unidos.
En su parcela, la pareja logró implementar un mini sistema de riego y construir una vivienda. También adquirieron una cuerda más de terreno en donde quieren construir un tanque de captación de agua.
“Nuestros hijos trabajaban con nosotros, pero cuando quisieron estudiar una carrera, les dijimos que no podíamos costear las colegiaturas, porque aquí no hay colegios o institutos que brinden carreras, tienen que ir a la ciudad”, contó Xicará.
Sebastián Ajquí líder comunitario de Llanos del Pinal señala que el movimiento en contra del POT, se sostuvo gracias a las donaciones de sus migrantes.
Ajquí estima que al menos unos mil pobladores del Valle se encuentran en Estados Unidos y Canadá y son quienes ayudan en construcción o mejoramiento de escuelas o caminos.