El alcalde anunció hace cinco meses este proyecto para abastecer a la ciudad, pero este proceso aun no comienza. La discusión del agua sigue pendiente en el concejo.
Por Isaias Morales
La municipalidad de Guatemala anunció en febrero que perforaría pozos como respuesta a la crisis del abastecimiento en la capital. Sin embargo, ello solo quedó en una promesa pues hasta la fecha esto sigue sin suceder.
El 3 de marzo, días antes de confirmarse el primer caso de COVID-19 en el país, el alcalde Ricardo Quiñónez, dijo que tendría el apoyo el Ejército para perforar pozos en las zonas 17 y 18, excepto la zona 2.
Los días 26 de mayo y 21 de julio, el viceministro de Defensa, Jersón Telón dijo en citaciones con el diputado de Creo, Cristian Álvarez, que no hubo un convenio o seguimiento de la alcaldía capitalina.
Ninguno de los voceros de alcaldía, José Miguel Benítez, ni de la Empresa Municipal de Agua (Empagua), Carlos Flores, respondieron para explicar sobre la respuesta de la comuna al tema.
Según el portavoz del ministerio de la Defensa, Juan Carlos de Paz la comuna y el Ejército aún no firman el convenio de cooperación, pero están en proceso de hacerlo, lo cual le permitirá a la capital empezar a recibir apoyo de maquinaria para perforar el subsuelo.
El portavoz agrega que hasta ahora 43 municipalidades se acercaron ya al Cuerpo de Ingenieros del Ejército para coordinar sus propias construcciones. Entre los que avanzaron en el trámite para firmar estos documentos están Sayaxché, Petén; Cantel, Quetzaltenango; Comitancillo, Huehuetenango y la capital.
Además del apoyo del Ejército, TuMuni contrató por Q89 mil 400 a José Roberto Marroquín Baldizón por realizar cuatro estudios hidrológicos de pozos en el norte de la capital. Estos servirán de base para realizar los trabajos en las zonas 17 y 18.
Este tipo de medidas no son suficientes, considera la concejal X de Movimiento Semilla, Lily Caravantes, el problema es más complejo ante la falta de una legislación específica del tema. Por esa razón es importante, considera, que el concejo empiece por discutirlo a fondo y definir cuáles son los roles de cada entidad, entre ellas Empagua, municipalidad y el Gobierno.
De acuerdo con Caravantes, en estos seis meses la corporación aún no ha abordado este tema. Ante sus constantes consultas en las sesiones, el alcalde Quiñónez delegó al concejal primero, Víctor Martínez, para encargarse de realizar las reuniones sobre este tema.
La directora ejecutiva de la organización Funcagua, Maria José Iturbide, coincide en que la solución para la capital no debe ser perforar más pozos porque esto pone en alto riesgo de agotarse a los acuíferos por el crecimiento exponencial de la ciudad. El agua en el subsuelo no está distribuida de la misma forma, por ejemplo, zonas 10 y 18. A su criterio si se sigue con ello “se le está poniendo una bomba de tiempo a la ciudad”.
“La solución no es de una institución, sino que todos trabajemos en conjunto porque como no hay una Ley de Aguas no hay una autoridad (que regule). Está por un lado el ministerio de Ambiente; por otro, el ministerio de Salud; por otro lado, los alcaldes con el Código Municipal. Es un recurso administrado por muchas entidades”, explica.
En los últimos meses, en medio de la pandemia, el Procurador de Derechos Humanos (PDH) interpuso dos amparos para que la Empagua abastezca las colonias de las zonas 18 y 21 de la ciudad con menos abastecimiento, aunque no son las únicas.
La solución inmediata de esta entidad fue comprar agua mediante cisternas por Q1.8 millones con la empresa Transportes Krystel para abastecer a las zonas periféricas. Según datos del Censo de 2018, en la capital hay 18 mil 883 hogares que se surten por fuentes fuera de su vivienda como chorros públicos, pipas, pozo perforado y otros.
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