Después de siete meses cerrado autoridades y comerciantes acordaron que solo la mitad abriría para evitar aglomeraciones, pero esto no se ha cumplido.
Por Emma Gómez
El mercado municipal de la cabecera de Totonicapán reabrió sus puertas después de siete meses cerrado debido a la COVID-19. El edificio como tal es un espacio de dos cuadras de dos niveles, aunque las ventas fuera de este llegan a ocupar hasta 16 cuadras alrededor.
Autoridades y vendedores acordaron que solamente regresaría el 50 por ciento de las ventas para guardar el espacio físico y en ese ejercicio pudieron evidenciar el desorden en que se encuentra. Descubrieron, por ejemplo, que hay espacios subarendados, y con ello recursos que no llegan a las arcas de la comuna. Tienen pendiente realizar un catastro.
Rolando Méndez, administrador del mercado, desconoce cuántos vendedores hay en el mercado, no existe un dato de los titulares de los puestos, admite. Para marcar que espacios disponibles los titulares no se presentaron porque algunos debían estar al mismo tiempo en varios.
El presidente de comerciantes, Nicolax Bulux, estima que son entre 6 mil y 7 mil comerciantes.
Cada inquilino pagan Q1 por metro cuadrado, se le consultó a la comuna acerca del total de estos ingresos, pero se extendió en excusas. Su última respuesta , «no tenemos el dato».
Tampoco tienen clasificados los espacios por tipo de venta, por ejemplo, las carnicerías se encuentran por todo el mercado y no en un mismo lugar y así el resto de productos. El área de baños y aseo padecen constantes fugas de agua.
La Contraloría General de Cuentas (CGC) ha sancionado a la comuna por la falta de reglamentos de mercados, pero el alcalde, Luis Herrera, indicó que la población ni los acata ni los acepta.
Bulux indicó que no les han dicho de ningún reglamento, el cual sería útil para ordenar el lugar y tener un registro real de los comerciantes.
El analista político, Oscar Cojulún, explicó que algunos alcaldes no aplican un reglamento porque llegaron al cargo con ayuda de los comerciantes y por lo tanto están comprometidos. Al presentar una propuesta es rechazada.
Recordó cuando Miguel Chavaloc, cuatro veces alcaldes de Totonicapán, no ganó por quinta vez porque trató de ordenar las ventas de los parques. “Le costó una administración por tratar de implementar un orden”, dijo.
Los vendedores se comprometieron a regresar solo la mitad, pero la mayoría está de vuelta en sus puestos. A pesar de los esfuerzos de la comuna se mantiene desorden en el mercado.