A la comuna le compete analizar la obra, el impacto vial y el uso del agua, pero antes el ministerIo de Ambiente debe revisar el Estudio de Impacto Ambiental.
Por Isaias Morales
El expediente del proyecto “El Socorro” Cayalá, zona 16, todavía no llega a la comuna capitalina para emitir o no la licencia de construcción de la obra. “La municipalidad es la última instancia a la que llega un proceso como este”, explicó María Elena Cruz Urrutia, síndica II, durante una reunión con la bancada Semilla del Congreso.
El retraso de esta evaluación para avalarlo o no se debe a que existen al menos ocho recursos de oposición por parte de distintos sectores y vecinos que adversan el contenido del Estudio de Impacto Ambiental (EAI) presentado por los desarrolladores del proyecto. Sin embargo este no ha sido aprobado por el ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN)
Rosalito Barrios, integrante de la Comisión de Medio Ambiente y Biodiversidad del Colegio de Químicos y Farmacéuticos (Cofaqui), explicó a los diputados y funcionarios presentes en la reunión que el EIA es más de la factibilidad del proyecto y por lo tanto debe revisarse mejor. A su criterio el documento no analiza sobre las poblaciones humanas asentadas, los suelos removidos ni el tema del agua.
Por su lado, Manuel Vásquez, integrante del Movimiento Ecológico Estudiantil, expuso que este tipo de estudios se convirtieron en requisito más para construir obras. Le preocupa que nadie diga qué se hará en 50 años cuando ya no haya agua.
Dora Monroy, vecina de la zona, manifestó desde que comenzó la construcción de Cayalá en 2013 se han registrado problemas para los pobladores de Las Lomas pues ocurrieron derrumbes e inundaciones, y aumentó el tránsito de vehículos en el sector. Dijo que nunca se les ha informado del proyecto por parte de la alcaldía auxiliar.
Se trata de Nery Rolando Llamas García, quien a su vez es coordinador de la Empresa Municipal de Empagua. La sede de esta alcaldía está en Paseo Cayalá, según la página de la municipalidad.
María Elena Cruz, la síndica II por el partido Unionista, relató que las lotificaciones se aprobaron a través de una escritura pública en 1984 cuando fue alcalde José Angel Lee antes de la era democrática en el país. Estas se aprobaron en tres fases: Jacarandas, Cayalá y El Socorro.
La síndica expuso que antes de emitir cualquier licencia, Empagua y la dirección de obras deben tener el expediente que envíe el MARN y otras entidades como el Instituto Nacional de Bosques (Inab) para aprobar o no la viabilidad de la construcción. Con ello desmintió que la comuna haya dado un permiso a la desarrolladora del proyecto.
Sin embargo, los vecinos cuestionan el porqué ya se registró la tala de árboles en el terreno, como se ve en fotografías que circulan en redes sociales. Cruz desconoce con qué licencia u autorización lo hicieron.
#MPinforma
Como parte de la investigación, MP/Fiscalía de Delitos contra el Ambiente realiza diligencia de inspección en el área donde se encuentra el Proyecto «El Socorro», zona 16 de Guatemala . pic.twitter.com/OcouP91Uvb— MP de Guatemala (@MPguatemala) October 6, 2020
Según representantes del Instituto Nacional de Bosques (Inab) hay 36 hectáreas de bosque que no están bajo amenaza, es decir no han sido tocadas y otras 11.5 que han sido plantadas voluntariamente.
Sin embargo, el diputado de Semilla, Samuel Pérez, indicó que en un oficio del 8 de octubre del Inab les respondió que la tala sí se dio en el lugar y la licencia forestal que el destino de la madera fue para la empresa Eximide S. A. ubicado en el municipio de Mixco.
La concejala X, Lily Caravantes, por el partido Semilla, pidió la semana pasada al concejo una postura de la comuna sobre el proyecto de El Socorro y el plan de maestro de este. La respuesta se daría en estos días. A su criterio el abordaje de este caso debe estar ligado a los planes que la alcaldía capitalina propone de conservar las cuencas en conjunto con el Inab y el MARN, entre ellas la de Xayá-Pixcayá.