Guatecompras reporta al menos 135 concursos relacionados a estos espacios, pero solo cuatro son de Santa Catarina Pinula, el único municipio con mataderos aprobados.
Por Carmen Maldonado Valle
Entre las responsabilidades del ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) se encuentra autorizar los mataderos cuando cumplen con las condiciones de higiene y funcionamiento adecuados. En Guatemala hay 120 aprobadas y tres son municipales, pero Guatecompras reporta concursos para remozar otros, cuyos registros no existen en la cartera.
Los rastros son establecimientos dedicados al sacrificio y faenado de ganado con el fin de prepararlo para el consumo humano. Si son aptos para prestar el servicio, el MAGA les otorga una licencia y esta les permite desarrollar sus actividades, además de servir como garante de que los procesos se realizan de forma correcta y, por lo tanto, la carne procedente de ellos es segura para ingerirse, según la institución.
Los únicos degolladeros municipales autorizados por el MAGA pertenecen a Santa Catarina Pinula, Guatemala. Guatecompras, sin embargo, registra 131 eventos para construir y mejorar lugares dedicados a esta tarea en otros sitios. “Si no se encuentran en nuestro listado, son lugares sin permiso, porque somos la única institución en el país con la potestad para aprobarlos”, sostiene el departamento de inocuidad.
Una de las ciudades con un matadero municipal no reportado ante la cartera es Nueva Concepción, Escuintla. El reglamento de rastros para bovinos, porcinos y aves obliga a que estos lugares tengan también un sistema de tratamiento para los sólidos, líquidos y todo desecho proveniente de los animales sacrificados.
El 18 de noviembre de 2020, Nueva Concepción publicó un evento para elaborar una planta de tratamiento, aunque después prescindió de él. El jefe edil, José Posuelos, lo confirma: “la queríamos para nuestro rastro. Solo uno tenemos y no sé por qué el MAGA no nos tiene en su listado si tenemos todos los documentos en orden”. Al cuestionarle cuándo se estableció el lugar no recordó la fecha, pero prometió llamar de vuelta para especificar el dato. Al cierre de esta nota, no lo hizo.
Quien también prometió llamar de vuelta tras preguntarle sobre la licencia del degolladero municipal fue Lourdes Tiu, la encargada de presupuesto en San José la Máquina, Suchitepéquez. En 2019 esa comuna invirtió Q89 mil 142 en el mejoramiento de este sitio.
El alcalde, Alberto Martínez López, afirmó tener la institución activa, “la única aquí”, pero cuando se le preguntó por el permiso por parte de Agricultura pidió contactar a Tiu. Esta, por su parte, dijo no tener la información, “pero lo consultaré al concejo y en un momento les devuelvo la llamada”. Tampoco lo hizo y no volvió a responder.
En 2018, La Democracia, Huehuetenango, dedicó Q87 mil para estudiar un terreno y determinar si era idóneo para hacer allí un degolladero. el año siguiente se realizó la construcción por Q2 millones 99 mil 806, pero no se usó, dice Santiago Molina, el alcalde.
Los vecinos se oponen a abrirlo porque no quieren contaminación, a pesar de que este tiene planta de tratamiento, sostiene Molina. “También les molesta la posibilidad de tener zopilotes a causa de la carne, porque les da miedo perder sus siembras, entonces no lo dejan funcionar. Por ahora la obra no se utiliza para nada más”, añade.
Los carniceros de La Democracia destazan el ganado en Huehuetenango u otros municipios y los pobladores plantean a la comuna continuar así. Al preguntarle si el establecimiento cuenta con autorización respondió: “yo me imagino. Se encargó la administración pasada, pero para instalar un lugar así asumo que dejaron todo en regla”. En el listado del MAGA no existen degolladeros autorizados ubicados en Huehuetenango.
Más vale pedir perdón
Quien admite no tener permiso para operar el rastro municipal es Félix Marroquín, el jefe edil de San Juan Ostuncalco, Quetzaltenango. “El MAGA nos pide correrlo cinco kilómetros para no tenerlo tan cerca de las casas, pero no tenemos dinero para eso aún y ese es nuestro único obstáculo para la licencia. Todos los días funciona, porque no hay otro matadero aquí”, cuenta.
Se le preguntó cómo se asegura la comuna de la higiene del matadero. “Todos los días se lava con jabón. No tiene planta de tratamiento, es cierto, pero aseado sí está”, respondió.
De acuerdo con Khrista Polanco, jefa del departamento de regulación de productos cárnicos y mataderos, existen riesgos al consumir carne proveniente de lugares donde no se garantizan buenas prácticas: “Puede contener bacterias, por ejemplo, o haber tenido contacto con sustancias tóxicas porque no se utilizan los productos de limpieza adecuados. El ganado también podría haber ingerido algo no apto para el cuerpo humano. Los peligros están por todos lados”.
Según ella, no es posible sancionar a las comunas si tienen rastros sin permiso, sino solo hacer recomendaciones y asesorar, porque estas tienen autonomía y el Código Municipal está por encima de los reglamentos del MAGA. Además, el artículo 165 del Código solo faculta a los jueces municipales para tomar acciones si se detectan mataderos en condiciones sanitarias no idóneas.
También se solicitó al MAGA un listado de degolladeros cuya solicitud de licencia esté en trámite. Solo hay tres y ninguno es municipal.