Las alcaldías quitaron cientos y hasta miles de quetzales a estos rubros. Algunas incluso los dejaron sin presupuesto por completo.
Por Carmen Valle
Para este 2023, en 84 municipalidades recortaron el presupuesto destinado a combatir la desnutrición y la pobreza, prevenir la mortalidad o pilares relacionados con estos fines. Según el portal de Gobiernos Locales, la diferencia entre el dinero asignado al principio y los fondos vigentes asciende a Q46 millones 51 mil 273.
Las comunas quitaron Q12.6 millones a la disminución de la pobreza, Q4.9 millones a la reducción de la mortalidad y Q8.8 millones al acceso a agua potable. Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el agua insalubre tiene relación directa con la desnutrición porque su consumo puede ocasionar diarrea e impedir a las personas absorber los nutrientes necesarios.
Además, las municipalidades tienen una partida presupuestaria específica para prevenir la desnutrición. Esta fue la que más recortes sufrió, con Q19 millones 540 mil 969 menos en 56 alcaldías.
En Concepción, Sololá, por ejemplo, se quitaron Q593 mil 640 a combatir la desnutrición crónica. El alcalde, Pedro Juracán, lo justifica con que, por recomendación de la comisión de seguridad alimentaria, se sumó presupuesto para proyectos de acceso a agua potable. En efecto, el portal de gobiernos locales muestra un incremento de Q4 millones a esto.
“Al final el agua limpia combate la desnutrición, entonces no hay problema”, asegura Juracán. Su municipio está priorizado por la Gran Cruzada Nacional por la Nutrición por registrar un retardo en el crecimiento en seis de cada diez niños medidos.
Mientras tanto, en Purulhá, Baja Verapaz, se detectaron 63 casos de desnutrición aguda hasta el 26 de agosto de 2023. Allí se quitaron Q46 mil 503 a la prevención de la malnutrición y Q1 millón 892 mil 736 al acceso al agua potable.
El jefe edil, Guillermo Ramos, negó tener información al respecto y sugirió preguntarlo al director financiero, Juan Ixcobal. Este, por su parte, justificó la reducción con que varios de los proyectos destinados al acceso a agua limpia son multianuales y el recorte no significa no usar el dinero, sino aplazar su ejecución para 2024. El alcalde de este municipio no fue reelecto para la próxima administración.
“Los alcaldes no suelen tener urgencia por combatir la desnutrición porque la mayor responsabilidad está en los hombros del gobierno central, pero eso no significa que no se requiera su intervención”, explica el economista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales, Carlos Gossman.
Según él, para fomentar este interés no se requiere dar incentivos económicos o materiales a las municipalidades porque de ese modo no se resolverá el problema de fondo: “Los funcionarios necesitan tener como motivación el daño causado por la desnutrición a sus comunidades a largo plazo. Un niño nutrido, en términos económicos, será un adulto productivo. Si no lo comprenden, no trabajarán del modo adecuado para combatir esto”.
Hasta agosto de 2023, Guatemala tenía una tasa de 102 niños menores de cinco años con desnutrición aguda por cada 10 mil habitantes. Supera a los años anteriores, pues en 2021 en la misma semana eran 84 y en 2022 fueron 71.
Esta nota complementa el tema: Así se puede combatir la desnutrición desde las municipalidades
Mirja Valdés
Quetzalteca que estudió Técnico en Periodismo y Licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la Universidad de San Carlos. Reportera y editora en varios medios. Me gusta lo que hago. También los gatos 🐈.