Los síntomas persisten tras semanas o meses desde la infección. El tratamiento puede ir desde ejercicios en casa hasta fármacos para lidiar con sus secuelas.
Por Carmen Maldonado Valle
A nivel mundial no hay estadísticas sobre cuántas personas han padecido COVID-19 persistente o long covid, una condición donde, según el Centro para el Control de Enfermedades en Estados Unidos (CDC, en inglés), se presentan síntomas de la enfermedad incluso tras un mes o más desde el contagio. En Guatemala también hay pacientes que buscan ayuda por esto, pues al menos las clínicas en el sistema público reportaron haber dado 17 mil 821 consultas postCOVID-19 de enero a mayo de 2022.
A la fecha no hay estudios donde se determine cómo prevenir este padecimiento y, como lo define el epidemiólogo, Erwin Calgua, “es como una ruleta donde no se sabe a quién le tocará”. Para comprender mejor esta condición y saber cómo lidiar con ella, Ojoconmipisto entrevistó a pacientes que viven con ella, estudios clínicos y médicos.
¿Cómo afecta el long covid al organismo?
Los signos más comunes, según Mayo Clinic, son fatiga, fiebre, mareos al levantarse, pérdida del gusto y el olfato, taquicardia, dolores musculares y de cabeza. También hay algunos menos frecuentes, como el insomnio, la depresión, la ansiedad o problemas de memoria. Algunos de estos síntomas pueden ser los presentados por los pacientes mientras eran positivos a coronavirus, cuya duración en vez de reducirse, se quedan.
“Yo perdí el gusto y el olfato, pero no volvió después de dar negativo. Aún no los recupero por completo y eso me llevó a perder 28 libras también porque mi apetito no se despertaba y todo me sabía igual: a nada”, cuenta Meylin Castañeda, quien contrajo COVID-19 en agosto de 2021. Tras cinco meses sin percibir olores, acudió a un otorrinolaringólogo con quien hasta la fecha realiza terapias para recuperar esas sensaciones. También le recomendó oler de forma constante productos con aromas enraizados en su memoria, como las naranjas o el café.
Luis Fernando Osorio, por otro lado, tiene 28 años, es atleta y no perdió el olfato, pero sus rutinas deportivas cambiaron desde noviembre de 2021, cuando dio positivo a coronavirus. Antes de eso corría 12 kilómetros por las madrugadas y tras el contagio debió volver a dos o tres kilómetros diarios porque se fatigaba de forma constante y tenía la sensación de quedarse sin oxígeno.
Tras dos meses así, su médico le diagnosticó long covid y asiste a terapia respiratoria desde entonces, aunque cada vez con menos frecuencia. Ahora puede correr diez kilómetros diarios, pero su rendimiento aún no es el de antes y tampoco ha recuperado la velocidad de años anteriores.
¿Se puede evitar la covid persistente?
“La única forma segura de no tenerlo es no contraer coronavirus. Por eso conviene continuar con la mascarilla, sobre todo porque algunas nuevas mutaciones del virus se esparcen con mayor rapidez”, explica Calgua. De hecho, el 4 de junio, el ministerio de Salud emitió una alerta epidemiológica porque se detectó una subvariante de Ómicron. La institución la catalogó como la más contagiosa en el país.
Aunque a la fecha no hay estudios donde se establezcan las características responsables de hacer más propensos a los pacientes a tener COVID persistente, una investigación publicada en la revista científica Cell con 200 enfermos estadounidenses reveló cuatro condiciones comunes en varios de ellos: nivel elevado de ARN de coronavirus en la sangre durante los primeros días de la infección, presencia de anticuerpos atacantes por equivocación de los tejidos del organismo, reactivación del virus Epstein-Barr (el cual suele atacar a personas jóvenes y luego se inactiva) y diabetes tipo 2.
¿A quién acudir para tratarlo?
El epidemiólogo y el CDC recomiendan buscar primero la atención de un médico internista para hacer una evaluación general y determinar cuáles son los especialistas adecuados para atender el caso, ya que aunque el malestar pueden ser común a los de otras personas, el tratamiento dependerá de cada organismo. Según el ministerio de Salud, en 34 establecimientos públicos hay clínicas a donde pueden acudir pacientes con síntomas después de haber padecido coronavirus.
Del 1 de enero al 15 de mayo de 2022 se dieron 17 mil 821 consultas en ellas. El hospital Rodolfo Robles en Quetzaltenango es donde se han registrado más pacientes por esto, con 7 mil 717. Le siguen el hospital de Villa Nueva con 3 mil 128, el hospital temporal del Parque de la Industria con 2 mil 107 y el hospital de Tiquisate con 1 mil 743.
La mayor parte de los pacientes eran hombres, pues 9 mil 558 llegaron a las clínicas postCOVID-19, aunque también hubo 8 mil 263 mujeres en busca de esta atención. El mes con más consultas por este padecimiento fue marzo, cuando se acercaron 5 mil 56 personas a los servicios de salud.
Al 5 de junio, Guatemala tiene 4 mil 430 casos activos de COVID-19, de acuerdo con el tablero de Salud. En el último mes, 7 de cada 100 pruebas resultaron positivas y se reportaron 495 muertes a causa de la enfermedad.