Cada cuatro años las personas que nacieron el 29 de febrero pueden celebrar su cumpleaños en la fecha correcta. Este es uno de esos años.
Por Carmen Valle
¿Naciste el 29 de febrero? En Guatemala, eres uno en cada 3 mil 35. De los 17.8 millones de habitantes, 5 mil 878 nacieron en esa fecha desde 2008, según el Registro Nacional de las Personas (Renap).
De acuerdo con la institución, el día extra en los años bisiestos trajo al país el nacimiento de 3 mil 15 niños y 2 mil 863 niñas. El año con menor incidencia fue 2020, con solo 143, mientras en 2012 (cuando las películas auguraban el fin del mundo) nacieron 2 mil 578.
Los lugares con más nacimientos registrados el 29 de febrero son la Ciudad de Guatemala con 629, San Mateo Ixtatán con 128 y San Pedro Carchá con 100. Mientras, las cabeceras de Cobán, Escuintla y Jutiapa reportan 87 cada una.
Mientras tanto, hay 12 municipios donde en los últimos 16 años solo nació una persona en esa fecha: El Jícaro, Río Blanco, San Bartolomé y Magdalena Milpas Altas, San Gabriel, San Jorge, San Juan Tecuaco, San Manuel Chaparrón, Sansare, Santa Ana Huista, Santo Domingo Xenacoj y Sibilia.
Dos de cada diez personas nacidas el 29 de febrero nacieron en Guatemala. Después de este, los departamentos con más incidencia son Huehuetenango, Alta Verapaz, San Marcos, Quiché y Escuintla. Además, hay 13 municipios en todo el país donde no se registró ningún nacimiento ese día.
El año bisiesto
El 29 de febrero es esa rareza que llega cada cuatro años. Se da porque la Tierra tarda 365 días, cinco horas, 48 minutos y 56 segundos en completar la órbita alrededor del sol. Todos los años regulares, esas horas, minutos y segundos restantes se “acumulan” y dan vida al día extra en el año cuatro para evitar un desfase entre el ciclo solar y el calendario.
Esta añadidura se requiere por razones científicas. Según un artículo del National Air and Space Museum (Estados Unidos), si no se agregara, con el pasar del tiempo llegaría un momento donde las estaciones no se alinearían a los meses. Así, por ejemplo, los veranos podrían comenzar en diciembre en vez de junio.
Los años bisiestos, aunque tiendan a ocurrir cada cuatro años, no siempre cumplen esta regla al pie de la letra. Existe un criterio para definirlos: si un año es divisible entre 100, pero no entre 400, no importa si es su turno, pues se omitirá el año bisiesto.
A los años 1700, 1800 y 1900 les correspondía tener un día extra, pero por no cumplir con esto, no lo fueron. Lo mismo sucederá en el año 2100. Hasta entonces, puedes esperar celebrar tu cumpleaños el 29 de febrero cada cuatro años exactos.